Astillero y Villaescusa cierran sus piscinas por presencia de excrementos en el agua

En el caso de Astillero, el Consistorio ha informado de que la piscina olímpica de La Cantabria ha vuelto a ser cerrada en la tarde de este sábado, 2 de agosto.

Se trata de la segunda ocasión en la que tiene que tomar esta medida, ya que el pasado 21 de julio tuvo que cerrar dos de las tres piscinas descubiertas que tiene La Cantábrica --la mediana y la olímpica-- tras la aparición de excrementos de forma simultánea en ambas.

Así, nuevamente, siguiendo el protocolo sanitario vigente y las directrices del Ayuntamiento, se ha actuado de forma "inmediata". Se ha cerrado la piscina afectada, se han retirado los excrementos y se ha procedido a la limpieza y la aspiración del fondo, así como al proceso de hipercloración del agua.

Además, en las próximas horas se llevarán a cabo los análisis del laboratorio tras la toma de muestras. Por lo que, hasta la obtención de los resultados, la piscina olímpica permanecerá cerrada.

Para minimizar las molestias a los usuarios, la piscina mediana y la infantil de chapoteo permanecen abiertas con normalidad. Asimismo, la piscina municipal de Guarnizo también sigue operativa.

En cuanto a los cursillos programados, el Ayuntamiento facilitará información detallada "en breve", ha indicado en su cuenta de Facebook, en la que ha lamentado el suceso y ha señalado que trabaja para solucionarlo "cuanto antes".

TAMBIÉN VILLAESCUSA

Por otra parte, también el Consistorio de Villaescusa ha cerrado sus piscinas municipales, ubicadas en La Concha, por la misma causa.

Según ha confirmado a Europa Press el alcalde, Constantino Fernández, ha sido esta mañana cuando se han detectado las heces en el vaso grande.

La reapertura se efectuará cuando los análisis microbiológicos del agua confirmen que es segura para el baño. Mientras, el curso de natación ha quedado suspendido.

Además de estas dos instalaciones, otras de Cantabria, como la piscina grande de Tanos -Torrelavega-, la de Reocín, y la de Los Corrales de Buelna también tuvieron que ser cerradas en días previos por la aparición de heces humanas en el agua.