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Cultura 13-08-2019 13:30

Cristina Morales critica la censura "soterrada" de la literatura: "Nadie dice que las editoriales ejercen censura"

La escritora Cristina Morales ha lamentado que la censura en el mundo de la literatura esté "más soterrada" que en otras áreas culturales como la música donde esta forma de "violencia" es "más visible".

   "Nadie dice que ninguna editorial ejerce censura sobre sus autores", ha criticado la autora de \'Lectura fácil\' durante una rueda de prensa con motivo de su participación en el encuentro \'Martes Literarios\' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

   Según ha explicado Morales, lo que se denomina "editing", o proceso de edición, no es sino la "amputación de partes enteras de obras". Precisamente, el libro \'Lectura fácil\' de Morales que iba a ser publicado por Seix Barral, experimentó unas modificaciones por parte de la editorial que hicieron que la autora finalmente publicase con Anagrama.

   Frente a esto, Morales ha señalado que es necesario "encontrar" otras palabras que "se rebelen" y que sean "transformadoras" del lenguaje que, tal y como ha recordado, puede funcionar como arma "transformadora" pero también "opresora".

   En este sentido, la escritora ha abogado por el lenguaje como "tecnología capaz de seducir, convencer y humillar" si bien también ha resaltado su potencial para nombrar "lo no dicho hasta el momento", así como dar nombre a "dolores, opresiones y alegrías".

   "Tiene la capacidad de transformar las palabras opresoras en palabras libertadoras y quien dice de transformar el lenguaje dice transformar la sociedad", ha aseverado al tiempo que ha recordado el papel del lenguaje como "vertebrador del pensamiento y de la sociedad".

   En \'Lectura fácil\' (Premio Herralde 2018), Morales aborda temas como la diversidad funcional, la discapacidad y el feminismo mediante el relato de la vida de cuatro mujeres con discapacidad mental que comparten un piso tutelado por la Generalitat de Cataluña en la Barcelona de Ada Colau.

   A este respecto, la escritora ha incidido en el uso de palabras "políticamente correctas" como el empleo de \'personas con diversidad funcional\' como alternativa a \'personas con discapacidad\' y ha considerado que los "eufemismos", "se connotan negativamente".

   A su juicio, las palabras eufemísticas que "designan realidades incómodas" están "condenadas" a transformarse con el tiempo porque, según ha recordado, "la teoría incómoda no desaparece ni está resuelto en los términos de compresión del otro".

   Así, ha diferenciado conceptos que "designan una realidad inapelable" sobre la que se está de acuerdo "fácilmente", frente a otros que conciernen a personas que "perciben el mundo de forma diferente" en torno a los que "no ha habido acuerdo".

  LITERATURA LEGIBLE E IGLEGIBLE

   Morales, que se ha definido a sí misma como "mala lectora", ha puesto en valor el papel de los fanzines sobre los que considera que la literatura debería "nutrirse". "El panorama fanzinero está muy bien, sobre todo en Barcelona en las casas de okupas y en Santander: \'La Lechuza\' tiene una fanzinoteca buenísima", ha matizado.

   Asimismo, la escritora ha asegurado sentir especial interés por la distinción entre literatura "legible e ilegible" y ha señalado que le gustaría ahondar en esta última.

   "Algún día me liberaré de todas las constricciones que supone la novela y podré escribir algo ilegible, que no necesariamente pueda ser leído por cualquiera y que no exista el vinculo de la comprensión", ha considerado.

  ACERCAMIENTO A LA FIGURA DE "LA PUTA"

   Preguntada sobre futuros proyectos, Morales ha revelado que pretende hacer un "acercamiento" a la obra \'Tsunami. Miradas feministas\', publicado por un compendio de diez escritoras españolas, entre las que se encuentran Laura Freixas o Cristina Fallarás, y acercarse a la figura de la "puta" como "centro del pensamiento feminista" y poder "ampliarlo".

   Según Morales y, en línea con algunas propuestas feministas sobre el concepto de "puta", lo que se pretende es entender esta figura "no como una otredad a la mujer decente" que, a su juicio, "es como se ha conformado históricamente", sino entender que "putas" son "todas aquellas personas en proceso de adquisición de la feminidad normativa".

   En este sentido, la escritora ha apuntado que busca distanciarse del concepto de "mujer" que, según asegura, es "muy biológico", para centrarse en aquellas personas "biológicamente diferentes".

   A su juicio, "todas ellas son putas" debido a su manera de relacionarse "con el macho", una relación que va más allá del "contrato mercantil de servicios sexuales" y que se extiende "hasta el ámbito laboral y sexoafectivo", ha concluido.

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