Experto cree que "se tardó" en dar información del apagón ante bulos: "Es fundamental que alguien dé la cara"
El día del apagón eléctrico que dejó sin luz a toda España "se tardó" en ofrecer información fiable que contrarrestara los bulos, desinformación y `fake news` que circulaba por las calles y "eso tuvo un impacto evidente". "Es fundamental que alguien dé la cara", según Oliver Serrano, docente de la Universidad Europea.

"En momentos de gran incertidumbre colectiva, como el apagón que afectó a millones de personas, lo que la ciudadanía espera es una voz clara que aporte contexto, tranquilidad y una mínima orientación. No hace falta tener todas las respuestas de inmediato, pero sí es fundamental que alguien dé la cara, reconozca lo que está pasando y comunique que se está trabajando en ello. Ese gesto, que parece simple, evita que se dispare la especulación y reduce la sensación de abandono", explica a Europa Press el director del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Europea de Canarias.
Psicólogo especializado en comunicación digital, redes sociales y marketing online, Oliver Serrano sostiene "la ausencia de comunicación oficial durante las primeras horas dejó un vacío que se llenó con rumores, hipótesis alarmistas y desinformación".
"A eso se suma que, cuando finalmente se ofrecieron explicaciones, muchas resultaron excesivamente técnicas y poco comprensibles para la mayoría de la población. En situaciones como esta, la claridad es tan importante como la veracidad. Comunicar no es solo transmitir datos: es saber llegar a la gente con un lenguaje accesible, directo y humano. Si no se hace así, la ciudadanía no solo se desinforma, sino que se desconecta de quienes deberían ofrecer certezas", avisa.
Además, plataformas como X (antes Twitter) funcionaron como "amplificadores de rumores" durante el apagón que dejó el lunes sin suministro eléctrico a la Península Ibérica, "con perfiles que buscan viralizarse rápidamente a costa de difundir información no contrastada o con cuentas muy politizadas que utilizan este tipo de eventos para reforzar sus narrativas", según Oliver Serrano, docente de la Universidad Europea. Oliver Serrano indica que el hecho de que Internet dejara de funcionar no evitó "del todo" que proliferaran y se expandieran bulos con rapidez.
En este sentido, el experto en redes sociales señala que aunque en "algunas zonas el acceso a la red se vio limitado o interrumpido, muchas personas sí pudieron seguir conectadas y accediendo a redes sociales, especialmente a través de datos móviles".
"Plataformas como X (antes Twitter) funcionaron como amplificadores de rumores, con perfiles que buscan viralizarse rápidamente a costa de difundir información no contrastada, o con cuentas muy politizadas que utilizan este tipo de eventos para reforzar sus narrativas. Es importante recordar que las redes sociales, lejos de actuar siempre como fuentes fiables, a menudo favorecen la desinformación debido a su velocidad y falta de filtros. La exposición a este tipo de contenidos, en momentos de desconcierto, puede aumentar aún más la ansiedad colectiva", aclara.
Oliver Serrano explica también que, "como suele ocurrir en situaciones de incertidumbre colectiva", durante el apagón surgieron "múltiples rumores y explicaciones no contrastadas". "En estos contextos, las personas tienden a rellenar los huecos de información con lo que tienen a mano: suposiciones, especulaciones o ideas que ya circulan, aunque no estén comprobadas. Se activan distintos sesgos cognitivos que nos llevan a buscar explicaciones rápidas y aparentemente coherentes", agrega.
"En el fondo, lo que tratamos de evitar es la sensación de incertidumbre, que nos genera malestar psicológico. Esa necesidad de `entender ya` lo que está ocurriendo puede hacer que bajemos la guardia y demos por buenas informaciones falsas", remarca el profesor.
Preguntado sobre la fórmula de protegerse ante las `fake news`, el experto es claro: "La mejor defensa es el pensamiento crítico". "Esto implica detenernos antes de compartir una información, preguntarnos de dónde viene, si está respaldada por fuentes fiables y si puede ser verificada en medios oficiales. También es útil diversificar nuestras fuentes de información y no dejarnos llevar por los titulares alarmistas", comenta.
A nivel emocional, considera "importante aprender a convivir con la incertidumbre" sin precipitarse a buscar explicaciones rápidas que tranquilicen momentáneamente pero que pueden ser falsas. "Educar en alfabetización mediática desde edades tempranas también es una herramienta clave para formar ciudadanos más resilientes ante la desinformación", afirma.
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