Noticias de Cantabria
Opinión 30-12-2018 11:12

La “sultana” dejó de mamar

La población debe ser consciente de la ruindad y el apoltronamiento en el que estaba ineficazmente instalada la Junta de Andalucía.

 

Andalucía vive la ilusión del cambio necesario. Los andaluces han tardado treinta y siete años en darse cuenta de esa necesidad. Han sido muchos lustros de corrupción, nula transparencia, gasto en prostíbulos, cargos innecesarios, sueldos dislocados y clientelismo barato. Nadie pone en duda que las elecciones de hace unas semanas traen aire fresco y tiempos nuevos para Andalucía, pero también la población debe ser consciente de la ruindad en la que estaba instalada la Junta de Andalucía.

El nuevo gobierno andaluz -- con o sin Vox como aliado-- tiene mucho camino por andar, muchos problemas que resolver, serias trabas en el sistema educativo y una nefasta gestión de la sanidad a la que ha de reorientar y dotar de más y mejores medios; no olvidemos que Andalucía ha sido la única autonomía que ni siquiera ha sido capaz de llegar a utilizar la donación y dotación de maquinaria puntera efectuada por el genio mediático y financiero de Inditex. En la cuestión sanitaria, no nos vamos a parar en comparaciones con otra comunidad --Cataluña-- donde el tema sanitario ha caído en el inútil y vulgar sectarismo, acompañado de un evidente retroceso difícil de recuperar, incluso para ellos difícil de reconocer.

Hace tiempo que un sector de la ciudadanía andaluza pedía a gritos el desalojo del Gobierno de "la sultana", de la misma forma que era de dominio público la desaparición de miles de millones que, en muchos casos, estaban a buen recaudo en bolsillos privados. No hay más que recordar los ERE, cientos de afines y sectarios jubilados y/o mantenidos con dinero destinado a los parados. No faltaban jubilados que nunca habían contribuido a las arcas del Estado y otros que habían cotizado (fraudulentamente) desde el mismo día de su nacimiento.

No es ética esa falta de transparencia ni es de recibo tanto latrocinio en la misma cara de la ciudadanía andaluza. Eran tantos años de Gobierno y de usos y abusos que ya lo habían confundido con su finca particular, donde creían poder llevar a cabo cualquier tipo de tropelía. Y lo han pagado caro; pero no solo por el cúmulo de corrupción, corrompidos y corruptelas sino porque la irresponsable política de Sánchez "cum fraude" también ha tenido su incidencia.

A nadie sorprende el arrebato de Susana "la sultana", respecto a lo que ella llama "el pacto de la vergüenza". Muy poca formación tiene que tener esta señora por cuanto llama así al acuerdo de tres formaciones constitucionalista y votadas por los andaluces (y andaluzas, como dicen ellos, en pleno y risible postureo). Sin embargo, no es capaz de fijarse en cómo su jefe --plagiador y agitador de estupideces-- se está mofando de la ciudadanía española desde que pactó con terroristas, represores bolivarianos, casta `casoplona`, anticonstitucionalistas, comunistas e incitadores al asesinato. Y todo con tal de mantenerse en Moncloa. No hay más que escuchar al siempre admirado, Alfonso Guerra, para darse cuenta de que el presidente "cum fraude" --innombrable en algunos sectores del PSOE-- representa lo más indigno, traicionero y gaznápiro del panorama político español, además de plagiador y mentiroso compulsivo. Pero, claro... ¡Qué sabe Susana, "la sultana", de todo eso!

Otra de las cuestiones que más duelen al socialismo andaluz es que no cala en la ciudadanía la campaña montada contra VOX para hacer creer que es ultraderecha. Posiblemente estén esputando al aire y la saliva acabe por caerlos en la cara. ¿Ortega Lara en la extrema derecha? ¿Nos hemos vuelto locos? Pero no se preocupen que en la izquierda ratonera son capaces de negar lo evidente; de ahí que vean bien la foto del Diario Vasco, donde la líder del PSOE de Vascongadas comparte cocina, mesa, mantel y felicitación navideña con el proetarra, instigador de asesinos y chivato de sus propios compañeros, Arnaldo Otegi. Igualmente, miran al tendido cuando se recuerda a esa izquierda cavernaria la compañía mochilera que lleva Pedro "cum fraude"; sin duda, lo más miserable socialmente y que solo ansía la destrucción del Estado de derecho, la unidad nacional y el estado del bienestar.

En fin, de todos es sabido que la alternancia en el poder caracteriza a los sistemas democráticos. Quiera el destino que Andalucía sepa abrirse camino hacia la modernidad tras un fuerte lastre socialista. La sociedad andaluza, atenazada por la corrupción, se merece una nueva oportunidad, donde la educación pueda ponerse a la altura de las demás comunidades autónomas y donde la sanidad se aparte del camino mediocre por el que ha transitado en los últimos años. Esa modernidad tampoco es compatible con el caciquismo que "la sultana" ha practicado, como no lo es con el actual atraso socio-económico ni con el elevado gasto anual en prostitución por parte de altos cargos de la administración andaluza.

Por cierto, tampoco creo que esto último forme parte de la "agenda de género", como dejó caer la decrépita, gaznápira y catedrática de la estupidez, Carmen Calvo, exministra de Cultura y actual vicepresidenta primera del fraudulento Gobierno de Pedro "cum fraude". Esta señora, siendo de Cabra, debe dar gracias al latín porque --de no ser por esta lengua muerta-- en vez de egabrense estaría aprovechando la población para cebarse con ella, dada la sarta de mediocridades que dice cada vez que los medios de comunicación ponen un micrófono frente a ella. Doy fe.

 

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