Trump y Putin se reunirán en Alaska para hacer confluir sus intereses mientras Europa y Ucrania miran Miguel López Sintes
En el conflicto ucraniano los que aportan los medios militares se sientan en la mesa. USA toda la inteligencia y tecnología que ha permitido a Ucrania ponerse algún medalla y Rusia sus muertos y su amenaza atómica.

Llevamos unos cuantos días, donde la prensa y noticiarios resuelven la canícula veraniega con informaciones varias, donde el corral patrio dotado de personajes puente darían para una novela, pero quiero enfocarme a las que acumulan las noticas que rodean a Trump con sus maniobras negociadoras para intentar dar fin a la guerra de Ucrania.
En lado contrario al proyecto de reunión entre Putin y Trump se encuentra el Presidente Ucraniano y toda la corte europea que buscan su espacio negociador y una influencia que los hechos demuestran de escaso peso. Salvo en la parte que afecta a la aportación económica para solventar las necesidades de un país como Ucrania, con estructuras civiles muy deterioradas y unos costes elevadísimos en el mantenimiento de la maquinaria militar, Europa poco puede aportar para llegado el momento tener alguna carta de la baraja.
Tanto Trump como Putin lo tienen muy claro, son los dos elementos que mantienen la guerra desde su inicio y que pueden darle una solución. Ucrania sin el apoyo de US desde los inicios del conflicto, no tanto en la parte de material militar sino desde la parte tecnológica como de información, le hubiera sido difícil mantenerse viva en el conflicto. Europa entre tanto ha pagado las carísimas facturas que supone esta guerra con grandes componentes tecnológico.
No cabe ninguna duda del entrenamiento que supone este conflicto para las dos grandes estructuras militares de Rusia y USA, de cara a nuevas tensiones, pero llegado este momento del conflicto y considerando el sentido pragmático de Trump, ya ha planteado claramente que Europa pague los costosísimos medios tecnológicos que su industria militar aporta y que son necesarios para el mantenimiento de la guerra, y con el que tiene que negociar y buscar una salida al conflicto es con Putin.
Putin y Trump desde objetivos y necesidades diferentes son los dos intervinientes que pueden imponer una solución, que claramente Europa no puede porque su posición en el conflicto tiene mucho de ideológico y de clara dependencia tecnológica, y el bueno de Zelenski carente de una posición militar favorable se tendrá que ajustar a lo que diga papa Trump, como se vio en la reunión de la Casa Blanca.
En Alaska con una temperatura contenida, acercaran sus posiciones en razón de sus intereses, y los europeos acogeremos los restos que queden.
En el conflicto ucraniano los que aportan los medios militares se sientan en la mesa. USA toda la inteligencia y tecnología que ha permitido a Ucrania ponerse algún medalla y Rusia sus muertos y su amenaza atómica.
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