¡A las barricadas! perdón, a las elecciones

Quería establecer un símil humorístico comparativo con alguna otra situación histórica, difícil, si no imposible, por eso nuestro lapsus. En efecto lo que ocurre en este país, España, supera con creces la teoría del Caos, y eso que se podrían establecer unas variables determinantes para buscar soluciones pero los factores, sujetos activos de la situación política del país, no quieren, lo impiden.
El resultado de las elecciones del 20D obligaría por sensatez a buscar un gobierno tripartito entre tres partidos, que ya saben ustedes amigos de la boina que partidos son, pero para hacer ese pacto habría que buscar unos políticos decentes, unos políticos honestos y no que cada uno mire sus propios intereses en vez de los de los españoles que les han votado. Y eso ahora y aquí es imposible porque los políticos de España no buscan el interés ciudadano sino que buscan su interés, su poder, su ambición, sus ganancias y su lucro. En ese pacto, que tantos quieren, tendrían que ceder mucho, tendrían que cambiarse algunas  caras, por lo que resulta, o se nos antoja a nosotros, absolutamente imposible. Se imaginan unas elecciones sin Rajoy, Sánchez, Cospedal, el Serna, el Arenas, el Patxi, etc. Pues no.
En Cataluña sucede más de lo mismo porque Cataluña es España por más que muchos hablen catalán del Monseny y otros hablen catalán castellano de la Barceloneta, el fondo es el mismo, políticos del calibre arriba definido y que no vamos a reiterar. El señor Artur Mas que estuvo tantos años de segundo y Conseller de economía de la Genetalitat despachando mano a mano con el famoso ex Honorable Jordi Pujol, más conocido como el   capo de la mafia Pujol-Ferrusola, aunque solamente sea por contagio, que no sabemos si por cartera también, es otro corrupto  por omisión y silencio de lo que se manejaba a su alrededor, pero en definitiva un corrupto político. Mas ha desintegrado su partido, el de la burguesía catalana, y ahora esa burguesía esta huérfana y en la soledad política. Y para colmo al President Mas tampoco lo quieren y rechazan  los antisistemas de la CUP.
Quizá a estas alturas podría retornar  la teoría del Sistema y que contra éste no se puede ir pero ese sistema del que habló Mario Conde y al que culpó de su caída, que estaba en la creencia de su indestructibilidad  se ha ido degenerando en su caparazón de auto protección al haberse sobrepasado las líneas rojas cuando se han producido ciertos hechos gravísimos: el descubrimiento de corruptos por doquier en todos los estamentos de instituciones del Estado, la declaración de autoinculpación del hasta entonces intocable Pujol, la renuncia del Rey  alegando enfermedad cuando en realidad el miedo era que le salpicaran demasiados escándalos a su alrededor, entre otros y muy importante del que se frivoliza como es el choriceo a sacos de su yerno que salió de su papel de no hacer nada y se pasó cinco puertos, y un largo etcetera. Es entonces cuando se producen esos hechos cuando el sistema se resquebraja atacando la Constitución y poniendo desde Cataluña en jaque el Ordenamiento Jurídico del Estado
Estos son los antecedentes, entre otros, en los que están inmersos nuestros presuntos gobernantes eslabones necesarios del Sistema,  pero la pregunta que todos se hacen es: ¿A dónde nos llevan estos   políticos, que empiezan a cobrar sin ir al Congreso? Y en definitiva, ¿a dónde vamos? Visto lo andado desde el 20D se van a producir elecciones pero se presentan algunas dudas. ¿Vamos a tener que votar a los mismos otra vez? ¿Se va a producir un cambio de caretos con la celebración de Congresos abiertos en el PP y en el PSOE con carácter previo?, Si no se producen esos Congresos democráticos abriendo puertas y ventanas los votantes volverán a las urnas, unos si otros no, incrementándose la huida de votos desde los partidos llamados nacionales a los emergentes Podemos y CS o engrosando el movimiento abstencionista y manteniendo una democracia “tocada”. Pero sigamos, si son los mismos ¿se van a producir los mismos resultados? Creemos que sí o parecidos porque no creemos en la aparición de un mirlo blanco, pero en esta ocasión con -un movimiento abstencionista- muy importante porque ellos, los partidos políticos, se están cargando esta joven democracia, si no se la han cargado ya.