El enterrador

Todos estamos viendo este congreso  del PP desde las butacas de nuestras casas y la primera palabra que nos viene a la cabeza  es la de perpejidad.Tanto lío para esta balsa de aceite, para este clamor que se respira en la Valencia de la alcaldesa Rita Barberá, para éste partido lleno de unanimidades; si se parece al PSOE de Zapatero y eso que están en la oposición y no tienen, ¿todavía?, que repartir cargos.

Solo un pero nos embarga ¿No será todo una escenificación de cara a la galería? Entonces, ¿Rajoy va actuar de enterrador de los Acebes, Zaplana, Aznar, etc.  y aquel va recuperar de la noche a la mañana el look de líder?

No sé, no sé, pero ésta forma de llevar el congreso después de las idas y venidas de Espe y Gallardón, estamos todos que no nos lo creemos, bastante desorientados,   esperando con ansiedad cuando salta “la bicha”.Acebes se ha marchado y les ha dicho a los que se quedan, hasta la despedida después de un discurso plagado de tópicos, que ha producido una inundación lacrimal a los que, nostálgicos de una oposición nefasta,  pronto harán las maletas. (Restos del aznarismo etc.).Miren en el espejo y verán que Cantabria es un calco de lo que estamos viendo en la Comunidad de la paella.

La pregunta que nadie hace pero que corta como una cuchilla es: ¿Aceptan Aguirre y Gallardón ser los verdaderos perdedores de este sarao popular o solo será un descanso veraniego para empezar el otoño con más brío? Seguimos opinando que la derecha de este país en la actualidad carece de líder porque un líder no puede ser contestado y al gallego le contestan y mucho por el ala que llaman neocon que dicen que encarna Aguirre, la poderosa presidenta de la Comunidad de Madrid.

En principio la escaramuza San Gil acabó en un sonoro descalabro de ésta y de quienes en la sombra actuaban y movían los hilos. Algunos están más preocupados, no en que salga bien el Congreso, sino en ver como se despiden los anteriores. Zaplana ni ha ido a despedirse.. Parece que la hoja de ruta ya no admite modificaciones  y todo hace pensar que Rajoy saldrá investido de cara a la galería de su partido y ante la sociedad en general para enfrentarse al sucesor de Zapatero. ¿Es el candidato de la derecha o solo será una transición, una foto de cartel, hasta que salga el verdadero líder de la derecha que todavía no conocemos?

A Rajoy ya sabemos lo que da de sí. A vuela pluma parece que existe unanimidad entre los analistas más independientes que Rajoy quiere, pero no puede, desembarazarse del pasado que tan mal resultado les dio en las preferencias ciudadanas y está realizando un verdadero encaje de bolillos para sacar adelante este Congreso. Sin duda está en la creencia, y piense, que el tiempo lo borra todo y después de que pase el Congreso consiga realizar una ejecutiva más moldeable de la que se espera que salga y que ya tenemos en mente cuando estamos escribiendo esta columna.

Después de lo que estamos viendo, seguimos pensando y manejando las reflexiones que muchos hemos hecho, que cualquier Rajoy hubiese ganado éstas últimas elecciones sino hubiese sido por ese trío, que al menos nosotros nos hemos preocupado de insistir como culpables del resultado  de la última convocatoria electoral. Ahora más que nunca nos ratificamos en que no ganó Zapatero, perdieron ellos. No. Que no venga Rajoy haciéndonos ver su inocencia, porque su parte de culpa tuvo, como coparticipe y consentidor, que aún no ha admitido, como lo prueba que no ha puesto todavía  su cargo a disposición del partido, celebrando un verdadero Congreso. Lo anterior es lo que se suele hacer en la Europa democrática, menos aquí.

Fíjense en Lola, el alter ego, que está defendiendo con uñas y dientes su secretaria general del PSOE cántabro como si la fuere la vida. Esta reunión pepera en Valencia tiene mucho de escenificación y poco de elegir a los mejores que defiendan un modelo de sociedad al que aspiran los ciudadanos. Este Congreso ha sido planteado inicialmente como  un plebiscito, o yo o el caos. Solo que finalmente han surgido las componendas y los tiros y aflojas ¿En el Congreso de Cantabria veremos más de lo mismo? Creo que sí.