El problema es Mirones, no es la CEOE ni Díaz Villegas

Su figura polémica es la que ha vertebrado la desunión, el conflicto y en definitiva unas heridas abiertas, sin cicatrizar, como nunca tuvo la CEOE.

Llega el momento, porque finalmente se ha producido el cambio en la presidencia del Gobierno de CANTABRIA, de que también cambie la presidencia de la CEOE. No podemos ser de memoria restrictiva ni olvidar que el principal pilar sobre el que se asentaba la presidencia de Mirones  lo era el apoyo de la cuota socialista representada por la señora GOROSTIAGA y el consejero de economía AGUDO. A pesar de los manejos de estos la presidencia de CEOE fue cuestionada  porque tampoco se puede olvidar que aquel produjo el cisma con  la salida de agrupaciones tan importantes como constructores, comerciantes y asociación del metal.

 Bajo el paraguas y tutela de Mirones, y  para dar apariencia de normalidad y de inexistencia de problemas, se crearon a su medida o amparo  siglas de asociaciones sin contenido  para sustituir a los que se marcharon  más manejables y  manipulables a sus intereses, incluso ahora existen duplicadas gracias al lema de Mirones, divide, vencerás o..... ganarás tiempo.
 
Pues bien, todo  ha quedado al descubierto, y el gran teatro, con cuestiones penales pendientes que se ventilarán todavía, toca a su fin con la apertura, absolutamente necesaria, de un nuevo periodo con otros actores. Sobran casi todos y faltan empresarios que quieran acudir perdiendo  su tiempo y actividad empresarial, para hacer cosas positivas y para que la agrupación de los empresarios, CEOE, salga adelante.

Desde este digital hemos cuestionado el que algún grupo de intereses muy definidos quieren hacer medio borrón y seguir, y ese no es el camino. Llegan incluso a proponer, entre bambalinas a otro personaje que  está metido hasta las cejas en el inicio del problema que hay que erradicar.
 Hemos dicho desde el primer día, y lo mantenemos, que lo único que procede es la sensatez, el sentido común y éste sólo pasa por buscar responsabilidades, si existieren, y no queremos decir culpabilidades, que se dirimirán en el momento procesal oportuno, sino decir con toda claridad que lo que no procede es medio cerrar las ventanas sino abrirlas de par en par y que salgan todos los que han tenido acceso directo a ese teatro que tanto ha perjudicado a la clase empresarial, a CANTABRIA, y sobre todo a la imagen de la CEOE.

Qué duda cabe que el poder político actual ya se ha decantado en una dirección que quiere lo mejor para la CEOE y ha quedado muy claro que lo que hay no es lo mejor. Falta una regeneración integral y ésta sólo pasa por el nombramiento de una junta rectora, limpieza absoluta y convocatoria de elecciones. Todo lo que no tenga esta solución con adiciones y matices será cerrar en falso un periodo muy negro.