¡El rey Zapatero está desnudo!

Somos muchos, incluso algunos expertos, los que llevamos más de un año pidiendo y exigiendo que el rey Zapatero adopte medidas, porque la situación económica no es buena y el otrora poderoso ladrillo se está desmoronando lentamente. Sí, el ladrillo, ese elemento que, al parecer, sustentaba tan fuertemente nuestra economía, algunos políticos llegaban a afirmar que era la locomotora de ésta, llegando a parecer que alrededor del ladrillo, como cual rey sol, se movían todos los satélites que indirectamente le pertenecían.

Finalmente, un día, en un programa de televisión, el rey Zapatero pronunció dos veces la palabra crisis. Los súbditos –Pepiño-, y demás pajes aplaudidores, llenos y pletóricos de regocijo, asintieron: lo ha dicho, lo ha dicho, ¡estamos en crisis!

Perdónenme, pero cuando escribo esto no puedo evitar recordar una fábula de Hans Christian Andersen tenemos que retroceder hasta la niñez para atacar con más sentido común la falta de sentido común de algunos políticos. Nuestros autores, fabulistas y cuentistas prácticamente lo han dicho todo sobre las personas. La historia, por desgracia, se repite, y las más de las veces para mal.

Zapatero me recuerda al rey desnudo, aquel rey al que le vendieron un traje que no existía, y él (el rey, no Zapatero) admitió que se trataba de un traje porque le dijeron: majestad sólo los tontos no pueden verlo.

Pues bien, en este país parece que somos muchos los que no somos tontos y los que, desde el principio, decíamos que estábamos en crisis, que no se adoptaban medidas y que cada vez íbamos a peor.

Miedo me da que ahora prime la demagogia, que no es más que ignorancia disfrazada, porque no llego a entender cómo puede ser posible que el rey Zapatero convoque un consejo de ministros monográfico económico y cite a los economistas del reino para que le digan cuál es la situación de España. Los ciudadanos, que no súbditos, somos como aquel niño que le dijo al rey que estaba desnudo y le descubrió que le habían engañado. Por eso, hay que decir: Zapatero, estás desnudo de economía.