¿Se masca el miedo en Ferraz? Ahora, Iberdrola

Todo el mundo tenía la convicción de que Zapatero tenia que repetir. Así ha venido sucediendo en esta inmadura e incipiente democracia que nos ha  tocado vivir con la alternancia política que se ha ido sucediendo desde que se consiguió la democracia.

Sólo que han sido tantos, tan graves y de bulto, los errores del egocentrismo político de ZP que se está empezando a cuestionar una victoria de renovación del poder que, se suponía, tenía en el bolsillo. Tiene todavía  a su favor todo: los medios de comunicación, la banca, las grandes empresas, un aparatic disciplinado y sin fisuras, información más que privilegiada para utilizar en el momento adecuado, etc. ¡Lo tiene todo!

El paroxismo demagógico producido por ese miedo escénico de perder el poder ha dado lugar a una campaña electoral típica de un país bananero tercermundista. Ese ofrecimiento-regalo de 400 euros a los contribuyentes no es otra cosa, o no se puede entender de otra manera, que un insulto a la inteligencia de los ciudadanos ¿Que está pasando? Frente a sus poderes se está demostrando que en Europa se respiran otros aires políticos y que lo que representa la figura de ZP no está  bien visto. Así todo, la última palabra la tienen los ciudadanos el día de urnas.

El aplastante reconocimiento que ha tenido Rajoy en Francia, por parte de  sus dos más importantes valedores Sarkozy y la canciller Merkell con una frase que puede ser  histórica:“lo apoyo y deseo de todo corazón”, han hecho sonar las alarmas de preocupación en Ferraz. Que dos líderes de la talla e importancia de Francia y Alemania se decanten por un político y una determinada opción política hacen que lo que parecía tan claro al principio, no lo sea tanto a estas alturas. Independientemente de los graves fallos cometidos por la oposición, como tantas veces se ha criticado desde este diario digital y por todos aquellos con significada independencia, Rajoy ha recibido de Europa un sonoro respaldo.

Ahora bien. Detrás del éxito de un hombre, está “una buena mujer“. Y decimos esto en contraposición de la leyenda que dice que ‘detrás de una ayuda gavacha, está siempre un gran negocio de estos’. Las ayudas francesas nunca han sido desinteresadas, ni gratis.

El pasado mes de enero, los abrazos de Sarkozy a Zapatero no pasaron desapercibidos para ningún analista político y se pasó de puntillas sobre ellos. Todos dijimos, alta política. Ahora se produce un giro nada sorprendente pero muy llamativo, una entrada triunfal por el Arco del Triunfo de Rajoy en que este, e incluso en las fotos podíamos apreciarlo, mostraba su sorpresa y el sentimiento de verse abrumado por tanto apoyo y lisonja .¿Dónde está la contraprestación?

Desde hace días ya está en el mercado (en los mentideros madrileños) el próximo regalo que hace España a través de Zapatero al mercado eléctrico para Francia, mediante su caballero blanco Lancelot - que en el siglo XXI se llama EDF-. Vendemos a nuestra doncella Iberdrola y el traidor es ACS, el tiburón Florentino Pérez. España está de rebajas como consecuencias de estos políticos mediocres que con tal de conservar o recuperar el poder son capaces de vender a su madre. Sigamos.

Los poderes del cardenal Cisneros eran su “Gente de Ordenanza”, en el bachillerato nos decían sus cañones, los poderes de ZP ya los hemos enumerado solo que el verdadero poder está, y no depende de él, en la soberanía popular que esta más que harta que se la engañe y ningunee. Y ZP ha engañado a los ciudadanos demasiadas veces. En efecto con el tema de ETA y el terrorismo se nos ha engañado con agravante, y no nos referimos a la negociación, exploración, contactos o como se quiera decir porque siempre como cualquier ciudadano  normal nos hemos decantado por el dialogo pero con matices y final.

Cuando se traspasa esos límites y se producen los engaños se debería automáticamente considerar  la dimisión por el fracaso, eso que los políticos dicen, asumiré la responsabilidad política. Algo que todavía los ciudadanos no sabemos en qué consiste y nunca se ha producido. Tenemos el problema de los nacionalismos que en vez de mejorar se han deteriorado de una forma radical y absoluta. El que la cuestión nacionalista no está en camino de solución lo prueba el que los representantes nacionalistas más radicales apuestan por Zapatero para estas próximas elecciones. Todo un síntoma. Estos dos problema no solo no están en camino de solución sino que en esta legislatura se han agravado en términos absolutos y con un tratamiento inidóneo, inadecuado y muy alajado de la praxis política más racional.

Ante esta situación ZP empezó hace tres meses el periodo de la rectificación y el cubrir su manto de progresismo avanzado en otro más alejado de sus principios radicales al objeto de encontrarse con ese centro sociológico que se le está escapando. Solo que igual ha llegado tarde. La opinión pública está repleta  de confusión porque en este periodo legislativo es cuando más se está demostrando que no se consigue enderezar el rumbo de esta nación tan antigua y llena de historia.

Se ha jugado demasiado con nuestra historia y se ha querido, más que corregir, ocultar nuestra procedencia, nuestros orígenes, nuestros símbolos, nuestra  historia en definitiva. Lo que no podemos permitirnos por propio egoísmo  en estos tiempos que corren de crisis económica, de profundos cambios y transformaciones es que España se encuentre con el paso cambiado. Conviene tener  sintonía y no ir contra corriente ni ser contreras pero tampoco podemos ir vendiendo nuestros activos.