El infarto oculto de la gripe por Jose Manuel Revuelta Soba
Desde hace décadas, el informe anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye un listado de las 10 enfermedades causantes de mayor mortalidad, encabezado por la enfermedad cardiovascular. Aunque la gripe estacional afecta anualmente alrededor de mil millones de personas en el mundo, esta enfermedad viral estacional no es incluida en esta tétrica lista.
Desde hace décadas, el informe anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye un listado de las 10 enfermedades causantes de mayor mortalidad, encabezado por la enfermedad cardiovascular. Aunque la gripe estacional afecta anualmente alrededor de mil millones de personas en el mundo, esta enfermedad viral estacional no es incluida en esta tétrica lista.
En Estados Unidos, el informe anual CDC (del inglés,Centers for Disease Control and Prevention), con sede en Atlanta (Georgia), señala que durante la temporada 2023?24 se registraron más de 919.000 muertes por enfermedades cardiovasculares y 28.000 muertes relacionadas con la gripe estacional. En general, estos datos epidemiológicos podrían explicar el motivo por el que percibimos la gripe como una enfermedad banal, con la excepción de las personas vulnerables, como ancianos, niños pequeños y pacientes con sistema inmunitario debilitado por otras enfermedades y/o precisar fármacos inmunosupresores (p.e. pacientes trasplantados).
El virus de la gripe estacional -cepa del virus H3N2, la más prevalente- provoca una importante respuesta inflamatoria que sobrecarga el sistema inmunitario, activando la agregación de las plaquetas y disfunción endotelial que incrementan el riesgo de formación de coágulos, favorecido la fiebre alta que ocasiona deshidratación, taquicardia y aumento del consumo energético. Las infecciones virales incrementan la demanda metabólica pudiendo inducir hipoxemia, hipotensión y estrés del sistema cardiovascular que favorece la formación de coágulos e incluso del síndrome coronario agudo. En las personas vulnerables, estatormenta viral puede desencadenar otras enfermedades.
El enlace de la gripe con el corazón
La cardiopatía isquémica -enfermedad obstructiva de las arterias coronarias- continúa encabezando la lista de enfermedades con mayor mortalidad. Desde hace un siglo, tenemos evidencias científicas y estudios epidemiológicos del impacto de la gripe sobre el corazón humano. Cuando una persona sufre un infarto de miocardio, durante la epidemia estacional de la gripe, raramente se relaciona el evento coronario con la enfermedad viral. Recientes publicaciones médicas ponen en evidencia que durante los meses de otoño e invierno incrementa la prevalencia del infarto de miocardio, alrededor de 6 veces mayor durante la semana posterior a la infección. Un estudio clínico realizado en un grupo de 80.000 adultos hospitalizados por la gripe mostró que el 12,5% sufrió un infarto de miocardio. Otro análisis epidemiológico demostró que la actividad gripal estacional global se asocia con un mayor riesgo de mortalidad por infarto de miocardio en pacientes con gripe, registrándose 299.858 muertes por infarto en adultos 50 años (3,9%).
https://doi.org/10.1016/j.eclinm.2022.101740
Es importante destacar que la población vacunada contra la gripe, en especial las personas vulnerables, muestra un menor riesgo de padecer eventos cardiovasculares y mortalidad, lo que refuerza las recomendaciones de la OMS sobre la inmunización en personas mayores de 65 años, las prácticas de higiene preventivas (uso de mascarillas, lavado frecuente de manos y reducir los contactos físicos innecesarios) y las campañas sanitarias en época pre-estacional.
Disponemos de pruebas científicas y epidemiológicas evidentes demostrando que la vacunación contra la gripe reduce significativamente el riesgo de infarto e ictuscerebro-vascular y de muertes por enfermedades cardiovasculares, en particular en la población más vulnerable. Un estudio realizado con 9.000 personas adultas encontró que los vacunados contra la gripe tuvieron 34% menos posibilidades de padecer eventos cardiovasculares graves, en comparación con aquellas que no fueron vacunados. Estos beneficios fueron más ostensibles en los pacientes con antecedentes de enfermedad cardiovascular previo a la vacunación (45% menor de riesgo de padecer un infarto).
https://doi.org/10.1038/d41586-025-03598-0
La vacunación proporciona una amplia cobertura contra varias cepas de la gripe estacional, mejorando o evitando su riesgo. Según la ECDC (Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades), la vacunación evita un 26 % de hospitalizaciones por gripe en mayores de 65 años y alrededor del 60% de la población general; consecuentemente, la vacuna de la gripe estacional está contribuyendo a la reducción del infarto agudo de miocardio. La OMS tiene como objetivo la cobertura vacunal del 75% de los adultos mayores y personas con enfermedades crónicas; sin embargo, solo 13 de los 194 estados miembros alcanzaron este objetivo en 2024.
Un mayor conocimiento de los mecanismos ocultos de esta infección viral sobre el corazón humano podrá reducir el riesgo de infarto de miocardio y de los accidentes cerebro-vasculares, estimulando una cobertura vacunal más adecuada. Al exponer con claridad el impacto de la gripe sobre el corazón, las campañas sanitarias pre-estacionales podrán resultar más eficaces en concienciar a la población general sobre los beneficios de la vacunación antigripal.
"Casi todos los médicos tienen una enfermedad favorita, a la que atribuyen todas las victorias obtenidas sobre la naturaleza humana Henry Fielding" (1707-1754), novelista satírico inglés.
Este artículo de divulgación científica es publicado en CANTABRIA LIBERAL y ANDALUCÍA INFORMACIÓN.
José Manuel Revuelta Soba
Catedrático de Cirugía. Profesor Emérito de la Universidad de Cantabria
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