
Desheredados de la fortuna
Me arrepentí después de no haber estado más tiempo con él-ahora que está de moda no arrepentirse de nada (ni los políticos cuando mienten o se equivocan, ni los economistas cuando yerran en sus pronósticos...)-, con su soledad y sus miedos, su aislamiento..., que será el que uno tendrá a pocos años vista, si la sociedad en la que estamos inmersos no cambia sus costumbres deshumanizadas.