Descubierta la ruta hacia el Cantábrico en las migraciones de la gaviota argéntea
El Grupo de Ecología de Poblaciones del Imedea (UIB-CSIC) ha hecho el seguimiento durante un año de cuatro individuos de gaviota argéntea o gaviota patiamarilla (Larus michahellis) y ha descubierto su ruta migratoria hacia el Cantábrico que era desconocida hasta ahora.

Gracias a este estudio, uno de los individuos marcados confirmó que van desde Cataluña, continuando por el norte del valle del Ebro, donde hay lugares con balsas de regadío, atravesando las montañas vascas en la zona de Estella (Navarra) hasta llegar al mar Cantábrico.
El marcado forma parte del proyecto de seguimiento de las poblaciones de gaviota patiamarilla, para ver su respuesta con el paso del tiempo tras el cierre del vertedero de Son Reus, lugar en el cual las aves acudían para alimentarse.
MUY MALA FAMA
Según indican, la gaviota de patas amarillas, una de las aves marinas más abundantes de la cuenca del Mediterráneo, es un animal que tiene "muy mala fama" porque interfiere en numerosas actividades humanas y provoca perjuicios a otras especies amenazadas depredando, por ejemplo, sus nidos.
En muchos lugares es considerada una plaga y el crecimiento desmedido de esta especie ha sido favorecido por la alimentación suplementaria que encuentra en vertederos o desechos pesqueros, por lo que indirectamente el hombre está detrás del incremento de sus poblaciones.
Los investigadores apuntan que el estudio de las especies que son una plaga también es muy importante, porque "para poder gestionarlas con eficacia primero hay que conocerlas".
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