Noticias de Cantabria
10-04-2010 12:00

"Es muy difícil ser profeta en tu tierra, pero yo en la mía me siento muy querido"

DAVID BUSTAMANTE

David Bustamante ha vuelto a Cantabria y ha conseguido vender todas las entradas para su actuación en el Palacio de Festivales en tan sólo una hora. No cabe duda de que cuenta con unos seguidores muy fieles. Se ve, tras su matrimonio y reciente paternidad, un Bustamante más maduro que aquel que salió de San Vicente con ganas de triunfar. David no niega su pasado, pero quiere que se valore con justicia todo lo que ha hecho desde entonces.

C.L.- ‘A contracorriente’ es su sexto álbum de estudio. ¿Qué ofrece?
D.B.-
En este trabajo ofrezco más variedad. Es un disco mestizo, racial, donde puedes encontrar muchísima variedad de estilos. Sigo manteniendo mis raíces, con lo que  empecé a nivel musical, pero con otros ritmos y otro tipo de sonidos diferentes. En el disco puedes encontrar latino, bases de R&B, violines celtas, pop internacional, pop rock, baladas, un dueto con Shaila Durcal o una canción dedicada a mi hija.
La verdad es que es un disco muy completo. Me llevó tres años hacer el repertorio total en el que he escrito dos de los trece temas y estoy contento, porque es un disco que me llena y, ahora mismo, me completa por lo tanto es el mejor de mi carrera y me representa al 100% como músico.

C.L.- ¿Qué espera de este nuevo trabajo?
D.B.-
Espero, y por lo que estoy viendo creo que estamos consiguiendo, que la gente disfrute, que se divierta, que se enamore o se desahogue con mis historias. Quiero que sientan y que mi música les acompañe... Ser un poco la banda sonora de sus vidas que, en definitiva, es el deseo de todos los artistas.

C.L.- Tal y como están las cosas en estos momentos, económicamente hablando, sacar nuevo disco es para muchos algo arriesgado. ¿Está notando la crisis como artista?
D.B.-
Todos notamos la crisis. Quizá yo soy muy osado porque saco el disco más caro de mi carrera en estos momentos, pero pienso que nunca es osado ni arriesgado hacer lo que a uno le gusta. Hago la inversión más grande porque amo lo que hago y, si está mal, no vale. Creo que la gente sigue queriendo buenas producciones y, de algún modo u otro, este trabajo va a llegar a ellos, por lo que debe ser muy completo. ‘A contracorriente’ es un disco más orgánico, está hecho todo en vivo, menos los loops de los adtempos, está tocado por los mejores músicos de Estados Unidos, de Latinoamérica.

C.L.- De momento lleva vendidas cerca de 50.000 copias. ¿Alguna vez ha sentido miedo de que la piratería pueda poner en peligro la continuación de su carrera?
D.B.-
Pues la verdad es que no pienso en eso. Realmente, lo que me da miedo es que la gente me olvide. Siempre hay incertidumbre a la hora de sacar un disco, sobre todo ahora que me tome tanto tempo.
No pienso mucho en la piratería. Además, si hablamos de lo económico, los artistas no ganamos prácticamente nada con la venta de discos. Afortunadamente, los directos son “impirateables” y creo que eso no puede morir nunca, porque cada concierto es diferente y cada artista es único y no hay nadie que pueda suplantarle. Siempre estarán mis directos y, de un modo u otro, estaré ahí. No pienso que la piratería pueda acabar con la música, simplemente pienso en hacer buenos discos para sorprender a la gente.

C.L.- Desde la publicación de ‘Bustamante’ prácticamente ha sacado al mercado un disco por año; sin embargo, en esta ocasión ha tardado tres años en sacar un nuevo disco. ¿A qué se debe esa demora?
D.B.-
Simplemente son sensaciones. Antes siempre tenía ganas de sacar algo, sentía algo diferente y necesitaba sacarlos antes. En esta ocasión, la responsabilidad es mucho mayor, ya que es mi primer lanzamiento a nivel internacional. Había que hacerlo muy bien desde la primera nota hasta el último eco. Tiene que ser un disco completo, que dé el cien por cien de mí, pero también pensado para otros mercados, ya que el disco entrará en Europa, en Latinoamérica y en Estados Unidos. Realmente había que tomarse tiempo.

C-L.- En esta ocasión, ha elegido un formato un poco distinto del habitual para su gira. ¿A qué se debe elegir 20 conciertos en teatros?
D.B.-
Por necesidad, ya que, realmente, encuentro mi ambiente natural en los teatros. Los sitios con miles de personas son diferentes y son para otra cosa, pero llega un momento en la carrera de los artistas, yo por lo menos, en que hay que hacer cosas diferentes y variar, poder nutrirse de sensaciones para seguir creciendo, no sólo como artista, sino como persona.
Necesitaba hacer un concierto presentando las canciones como yo me las imagino. Me divierten los conciertos, pero el teatro es como abrir las puertas del salón de mi casa y encontrarme con mis amigos haciendo lo que más me gusta, que es cantar. Se vuelve todo mucho más humano, más limpio, más puro, en definitiva, más de verdad. Es una entrega absoluta, no hay luces ni explosiones, simplemente música, silencios, hay canciones en las que sólo me acompaña un piano, otras me quedo solo, en algún momento incluso me quito el micrófono, hay explicaciones y agradecimientos de una década guardados en mí que el teatro y poder mirar fijamente a las personas me permite transmitir.

C.L.- Se define como un cantante que escribe, pero no un cantautor. ¿Por qué?
D.B.-
Es muy complicado. No soy cantautor. El cantautor es la persona que escribe todas sus canciones y que tiene su propio lenguaje. Yo soy un cantante que escribe algunas canciones, pero deja que otros enriquezcan su disco. Todos tenemos una forma de contar las cosas y creo que si yo hiciera todo el disco sería muy lineal. De esta manera tiene una paleta de colores muchísimo más extensa. Cada persona tiene un lenguaje musical y escrito y pienso que el hecho de que otros grandes compositores compartan conmigo y participen en mi disco de la manera en que lo hacen hace que mi disco sea mucho más variado y que tenga muchas más historias que contar.

C.L.- La frase “El resumen más perfecto de mis sueños” la ha escrito para su hija Daniela. ¿Cómo es David Bustamante como padre?
D.B.-
Pues soy un padre muy activo. Me encanta estar con mi hija. Me gusta hacer y compartir todo con ella. Me veo un padre responsable y creo que soy bueno, al menos eso me transmite cuando me dedica la mayor de sus sonrisas, porque ya se sabe que los niños no mienten.

C.L.- En la canción dice que vive esperando su regreso. ¿Cómo lleva la separación durante las giras y las promociones?
D.B.-
Es muy duro. Pasar tanto tiempo fuera de casa perdiéndose las cosas que pasan día a día es la parte fea de todo esto. Yo siempre lo comparo con grandes amigos que tengo yo en mi pueblo, que son pescadores y van tres meses al bonito. Es complicado, pero hay que salir, uno no se puede quedar en casa, porque hay que sacar a los hijos adelante y trabajar para darles lo mejor.
Todo lo demás es muy bonito, por eso sigo haciendo esto, porque me llena. Esto no es un trabajo al que uno llega por casualidad o porque no encuentra otra cosa, sino que hay que luchar mucho y sería triste no poder subir a un escenario a interpretar esas historias.

C.L.- Con 12 años se descubrió entre los suyos como cantante a raíz de una improvisación que realizó en el bautizo de un primo suyo interpretando la canción del grupo Los Pecos “Guitarra”. Con 19 años su vida dio un cambio radical. ¿Qué queda de aquel muchacho de San Vicente?
D.B.-
Queda lo de siempre. Yo sigo siendo igual, o eso dicen. Cambia lo que cambia una persona en diez años, que crece, se casa y es padre. Los valores y los sueños siguen intactos, como las ganas de luchar y de hacer música. Realmente, creo que no he cambiado como persona, no sé lo que pensarán los que me rodean.

C.L.- Como artista, David Bustamante surge de un concurso de nuevos talentos vocales; sin embargo, a pesar de ser uno de los triunfadores, nunca le ha gustado la palabra “triunfito”...
D.B.-
Hombre, siempre se ha utilizado de modo despectivo. Continuamente me repiten lo de Operación Triunfo. Está claro que salí de allí, nunca lo he negado, pero en casi diez años de carrera he hecho cerca de 500 conciertos, he conseguido 15 números uno fuera de este país, he obtenido reconocimientos... Me gustaría que, de vez en cuando, se tuviera más en cuenta eso.
Hay mucha gente que empieza las entrevistas con “el triunfito David Bustamante”... Pues no, soy un cantante cántabro, David Bustamante, o periquito el de los palotes, lo que sea, pero triunfito, perdonen, no. El que utiliza la palabra triunfito es alguien que vive anclado en el pasado y que no valora todos los logros que uno ha ido consiguiendo en su carrera. Es gente que tiene prejuicios con uno, quizá les guste otro tipo de música, pero yo creo que las críticas deben de ser objetivas y nunca a nivel personal. Por eso me molesta, creo que he conseguido bastantes cosas como para que se me llame de otras maneras.

C.L.- Es el ejemplo perfecto de chico luchador y trabajador que llega hasta el fin de sus posibilidades para conseguir todo aquello que se propone en la vida. ¿Qué le diría a una juventud que, según lo mayores, cada vez está más desorientada?
D.B.-
Hay mucha gente emprendedora y válida, yo siempre defiendo eso, porque no toda la juventud es mala. Desgraciadamente, es cierto que hay mucho vandalismo y mucha desorientación y de eso gran culpa tenemos los padres y el desarraigo familiar. Generalmente, la necesidad hace que los padres trabajen fuera de casa por necesidad y los críos pasa mucho tiempo solos haciendo lo que quieren.
Yo les pediría que tengan responsabilidad, porque todo lo que se hace de joven termina pasando factura, todo lo que se siembra se recoge en el futuro. Si no te marcas unas metas y un horizonte, vas a acabar pagando las consecuencias de todo lo que has hecho. A pesar de todo, creo en la juventud y creo que hay muchísimos jóvenes que valen la pena. No veo el futuro de España tan negro como lo pintan algunos, o por lo menos así quiero pensarlo, soy positivo.

C.L.- Sus fans le han apoyado incondicionalmente. ¿Cómo les definiría?
D.B.-
Son los mejores. Para mí, no son fans, son familia, y me lo demuestran a cada paso que doy en cómo viven las cosas. Creo que soy la cara visible de todas esas personas que piensan, aunque sea un ratito todos los días, en mí y eso me abruma en ocasiones, pero me hace muy feliz la mayoría del tiempo y realmente les debo todo a ellos. Todos los éxitos son suyos, sin ellos no podía vivir. Así de claro.

C.L.- ¿Cómo se ha portado la prensa?
D.B.-
En general han sido duros. Ahora me sonríen y vienen conmigo de la mano y viajan a favor, pero no siempre ha sido así. “A contracorriente” es un título reivindicativo, porque no precisamente me han apoyado en mi carrera y siempre han estado con el hacha esperando a cualquier fallo, pero el tiempo me ha dado la razón y se la ha quitado a muchos. Yo sólo pido un trato normal y que sean objetivos. Ahora la verdad es que el trato es exquisito, pero creo que tiene más que ver por mi entrega que por la suya; sin duda yo he puesto más carne en el asador.

C.L.- Siempre se ha mostrado orgulloso de tu tierra. Aparte de sus numerosos galardones musicales, ha sido nombrado Picayo de honor, Orujero Mayor, Premio Horeca y Fuelle de Oro. ¿Cuál es el premio del que se siente más orgulloso?
D.B.-
Del cariño del público. Del cariño de mis paisanos, aparte de que me entreguen reconocimientos, el mayor premio que me han dado mis paisanos es sentir que la gente me quiere cada vez que regreso, como ha pasado en el Palacio de Festivales, que en una hora se vendan las entradas. Es muy difícil ser profeta en tu tierra, pero yo en la mía me siento muy querido y yo quiero a mi tierra por encima de todo, así que ¡AUPA CANTABRIA!

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