EL FAISÁN
Somos muchos los que pensamos que en la complejidad que supone la lucha antiterrorista en más de una ocasión, antes, ahora y en el futuro, se ha bordeado la ley, e incluso se ha saltado la fina raya roja y si nadie se entera no pasa nada, pero si te "pillan", te han pillado y entonces hay que dar explicaciones políticas.

El juez Ruz, que sacó del limbo Garzón, el asunto Faisán, ha dictado auto de procesamiento contra tres mandos policiales, todo ellos subordinados de los responsables políticos de Interior. Se les atribuye revelación de secretos y colaboración con banda armada, aunque este segundo supuesto, el propio juez, consciente de la gravedad del este tipo delictivo, hace algunas salvedades para dejar claro que los procesados no perseguían los mismos fines que ETA. Mas bien todo lo contrario porque si algo hay que tener muy claro es que los tres procesados nunca han sido ni lo serán jamás "amigos" de los terroristas.
Con el auto en la mano es inevitable que la pregunta, hoy por hoy sin respuesta, que todos nos hacemos de manera bien legítima es si una decisión del calibre de la que se juzga la puede tomar un mando policial por alta categoría que tenga. El ya candidato socialista, así como su sucesor al frente del ministerio están fuera de toda sospecha. El juez ni les cita y a ello hay que atenerse.
El asunto Faisán, sin embargo , no se agota en el campo penal. Sería absurdo desligar el famoso chivatazo del momento político en el que se produjo y si no tiene sentido pedir la inhabilitación de Rubalcaba como candidato, como hace el PP, tampoco es muy admisible que los responsables políticos de Interior se presenten ante la opinión pública como si nada hubiera ocurrido, como si lo que se va a juzgar no fuera con ellos, como si solo hubieran pasado por ahí.
Somos muchos los que pensamos que en la complejidad que supone la lucha antiterrorista en más de una ocasión, antes, ahora y en el futuro, se ha bordeado la ley, e incluso se ha saltado la fina raya roja y si nadie se entera no pasa nada, pero si te "pillan", te han pillado y entonces hay que dar explicaciones políticas. Ya es tarde para casi todo. Es tarde para que desde el Gobierno se explique en términos políticos lo ocurrido; es tarde para que el Ejecutivo aborde este asunto como un asunto de Estado y lograr un mínimo de complicidad con el primer partido de la Oposición, salvaguardando siempre la acción de la justicia. Es tarde para casi todo menos para que en el Poder se instale la convicción de quien juega con fuego puede quemarse.
Sé el primero en comentar