Epílogo, fin de época. José Antonio Ávila López
Tic tac, Tic tac... continúa la cuenta atrás. Al ritmo de Tick Tock, Tick Tock, superficialidad en grado superlativo. Tiempo de descuento, extinción por consumación, agotamiento biológico y mental... Epílogo, fin de época...

Conceptos que aprendí...
Tic tac, Tic tac... continúa la cuenta atrás. Al ritmo de Tick Tock, Tick Tock, superficialidad en grado superlativo. Tiempo de descuento, extinción por consumación, agotamiento biológico y mental... Epílogo, fin de época... La historia la escriben las personas, los grupos sobrevivientes, y no todos logran dificultades y obstáculos, y entonces son sustituidos por otros : borrón y cuenta nueva, cierre la puerta al salir porque hoy no se fía, mañana tampoco. Todo se convierte en suicidio asistido e inducido, en suicidio demográfico a la vista de todos con la complicidad de algunos. Luego está la eutanasia social : acabar con quien no merece vivir, y no le quedará más que el silencio eterno y sepulcral, es decir, una estafa piramidal, una pirámide demográfica invertida al borde del colapso. Siendo algo pesimista, se va produciendo el fin de nuestra civilización, un desprecio absoluto a los esfuerzos de los que nos precedieron : aquellos sacrificios por mejorar y hacer un país más próspero que el que encontraron, y que actualmente hemos decidido regalar con una generosidad ilimitada a otros con la única condición de enterrarnos en vida. Recolectarán a manos llenas todo lo que nosotros no hemos querido ni sabido apreciar y cuidar : regalo ajeno, furtivo y desmerecido... Enhorabuena. Existe una complicidad cobarde y necesaria para llevar a cabo todo lo anteriormente descrito con unas leyes cómplices que dictan sin rubor quién odia y quién no. Esta sociedad silenciosa y conformista decidió hace un tiempo que no debe levantarse la voz ante semejante villanía, que no debe defenderse, y lo hace agachando el cuello esperando su turno... Yo describo esto como un delito de odio a lo nuestro, a nuestro porvenir y a nuestra existencia... No hay mayor crimen que ese. Nos encontramos en una sociedad envejecida, pasiva y muerta que espera un futuro que ya no será nuestro, es decir, una sociedad sin sus niños. Resumiendo, una civilización de yogurt con fecha de caducidad que está esperando para tirar a la basura más pronto que tarde.
José Antonio Ávila López
45462148-A
Filólogo corrector de textos
Ex concejal Ayuntamiento Rubí
Telf. 661.07.14.76
08191 Rubí (Barcelona)
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Comentarios(2):
Una gran reflexión.
Estamos asistiendo a la destrucción progresiva del estado de bienestar social: "el abuelo luchó denodadamente por abrir el camino, el hijo lo disfrutó y el nieto lo derrochó... y volver a empezar". Grecia, Roma, Hispanoamérica y ahora Estados Unidos...siguieron el mismo patrón de demolición progresiva de la belleza, cultura y democracia... Buen artículo, Sr. Ávila