La reacción adecuada de un Rey. José Antonio Ávila López
La Corona, el Rey, la Monarquía, da igual como lo denominemos, es un órgano esencial del Estado de Derecho contemplado en la Constitución de 1978 y que los padres de esa Constitución decidieron introducir de manera que su cargo carece de poder.

Conceptos que aprendí...
La Corona, el Rey, la Monarquía, da igual como lo denominemos, es un órgano esencial del Estado de Derecho contemplado en la Constitución de 1978 y que los padres de esa Constitución decidieron introducir de manera que su cargo carece de poder. Aquí me viene a la cabeza Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, quien juró lealtad a Alfonso VI de León en Santa Gadea de Burgos, y así, recordemos, comienza el Poema de Mío Cid, de obligada lectura. También resulta inolvidable recordar el tono áspero del Presidente de las Cortes Alejandro Rodríguez de Valcárcel, el 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte de Franco, cuando tras el hoy Rey Emérito, al que tanto debemos los demócratas, juró los principios generales del movimiento, y lo hizo de forma grosera. Lo anterior viene a colación a que en la Constitución de 1978, el Rey ostenta la Jefatura del Estado siendo el Jefe del Estado y de las Fuerzas Armadas, no habiéndose nunca clarificado si de verdad sus competencias son sólo representativas o hasta dónde alcanza ser Jefe del Estado. Lo que es cierto es que el Rey Felipe goza del favor de su pueblo, cada vez más. Su padre, el hoy Rey emérito Juan Carlos I, abdicó en el momento más bajo de su popularidad, aunque personalmente sigo pensando que don Juan Carlos presenta ante España una hoja de servicios incuestionable en cuanto a su vida pública o de servicio a los españoles, y yo no soy la persona adecuada para juzgar la vida privada de nadie. El Rey Felipe no ha tenido, gracias a Dios, que pasar por un golpe de Estado, pero sí ha visto sufrir a su pueblo especialmente en La Palma por un volcán, en Valencia por una dana y este pasado mes de agosto por los incendios en media España. Su reacción ha sido la adecuada, la de un hombre de Estado que conoce su responsabilidad y que reconoce cuando sus súbditos están sufriendo.
José Antonio Ávila López
45462148-A
Filólogo corrector de textos
Ex concejal Ayuntamiento Rubí
Telf. 661.07.14.76
08191 Rubí (Barcelona)
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