Pedro Sánchez, jinete caballo blanco Mariano Cabrero Bárcena es escritor

Pedro Sánchez, jinete caballo blanco, no siempre saldrás vencedor Y es cuando se malgastan tantos esfuerzos y habilidades para llegar a una meta política deshabitada y sin contenidos viables, no es bueno usar largas agonías, ni valerse de usar paños calientes.

No es bueno sacrificar a tus fieles amigos y seguidores-españoles-que con sus votos te convirtieron en un mítico estratega-con ideales políticos-buenos y malos que no dieron el resultado conveniente para la gobernar a España, y, por supuesto, a los españoles.

Procede en mi modesto entender- cerrar el ejercicio político- desde luego, sacar los muebles que sean de su propiedad, por qué el dolor de lo que votaron es inmenso a estas alturas y hay que terminar con su sufrimiento.

La muerte política del señor Sánchez está al caer, aunque él trata de disimularlo. Es importante que la ciudadanía sea consciente de que los jueces penales solamente han de juzgar si alguien presenta una acusación. En los últimos años los jueces, cuya vida guarde Dios muchos años, han ejecutado sentencias en virtud de que han existido acusaciones populares ejercitadas por el pueblo libre y soberano.

?La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas las partes? (Martín Luther King, 1929-1968).

Sabemos que si algunos jueces no cumplen con el deber de neutralidad- pues más bien siempre cumplen-en sus declaraciones públicas han de ser fieles servidores de lo que dice la Constitución Española de 1978(léase la misma).

El sistema judicial español ya cuenta con los dispositivos establecidos para asegurar la imparcialidad, como la abstención u la recusación de jueces en los casos que puedan existir conflictos de intereses. El eventual uso de la acción popular no puede ni debe legitimar a un Gobierno hacer ?saltar por los aires? un derecho constitucional reconocido a favor del pueblo?

Siempre hemos creído, como así es, que ?La Justicia española ?se mantiene independiente de los intereses partidistas y debe ser vista como una institución respetable, seria y confiable?

Pero es que, al confiar en el poder judicial, se establece un derecho fundamental que debe ser preservado por los oportunos y necesarios jueces; pero también por todos los representantes políticos y sociales.

Si una sociedad confía en su justicia, no cabe la menor duda, de que se convierte en una sociedad (valga la redundancia) que avanza hacia una democracia con la que todos soñamos: más justa y sólida.

Debemos de comentar que?la denuncia del poder cuando el poder abusa, la crítica cuando el poder se equivoca y, por supuesto, el elogio cuando el poder acierta?son armas que deben usar los medios de comunicación para defender a los pueblos libres y soberanos donde los haya.

La Coruña, 22 de junio de 2025

©Mariano Cabrero es escritor