Análisis desde la CEOE

Primeramente tienen que saber que, personalmente, soy miembro de la CEOE absolutamente implicado en su trabajo. Esto es como consecuencia de pertenecer al Comité Ejecutivo nacional de la CEC (Confederación Española de Comercio) y al Comité Ejecutivo nacional de CONFEMETAL, para muchos la patronal más importante de CEOE-CEPYME, a lo que se suma que gran parte de mi actividad profesional la desarrollo en mi despacho en Madrid, en la propia sede de CEOE.

Digo esto porque hay gente interesada en que no se conozca esta situación tratando de confundir a quienes, en muchas ocasiones y de manera oportunista, se han querido dejar.

Donde no estoy, igual que otros muchos empresarios e importantes organizaciones sectoriales de la región, es en la CEOE de Cantabria. Las razones son evidentes:

Gerardo Díaz Ferran ha sido un magnifico Presidente que consiguió, en medio de una gran crisis institucional, unir a todos los sectores empresariales, dándoles, a su vez, un merecido protagonismo, entre otras cosas aumentando el número de Vicepresidencias a veintiuna y dotándoles de labor ejecutiva.

Todo lo contrario a lo que se ha hecho en Cantabria, donde nuestro querido Presidente, en lugar de compartir protagonismo, ha ido castigando uno a uno a gran parte de los representantes más relevantes de empresas y organizaciones de Cantabria hasta que al final les ha enseñado la puerta de salida de la organización.

Esta diferencia tiene dos consecuencias: en Cantabria, ha sido la de rodearse de ciertas personas que sólo por dos fotos, doce suculentas comidas y determinadas prebendas, han aceptado que se rompa la CEOE, y, en el caso de la nacional, estando en situación límite, las grandes patronales le han dicho que busque la mejor manera de dejarlo sin hacerse más daño ni hacérselo a la propia CEOE.

El Presidente Gerardo Díaz Ferrán ha entendido esto último muy bien y ha dado un paso interesante con la propuesta de convocar elecciones anticipadas, si bien mi estimado Presidente de la CEOE en Cantabria defiende la opción de que si tiene apoyos debería presentarse otra vez, porque hay 800 votos y quizás le siga queriendo la mayoría.

Si nuestro Presidente nacional hiciera caso a sus amigos, como nuestro estupendo Presidente de CEOE Cantabria, provocaría el mayor conflicto que nunca  jamás haya vivido la CEOE.

Tener más de la mitad de votos de los minoritarios e ignorar  a 400 de las grandes sectoriales, de la territorial catalana, de la andaluza y de las grandes empresas sería un  suicidio personal y una invitación a la destrucción de una CEOE cuestionada, a veces, por sectores que no la ven tan necesaria como parece.

Gerardo Díaz Ferran  sabe muy bien lo que tiene que hacer, los empresarios le están agradeciendo su trabajo  pidiéndole que se retire de los focos por su propio bien y el de la patronal. Aquí, en Cantabria, nuestro magnífico Presidente debería de pensar cómo unir a los empresarios, aunque a todos nos cueste algo. Al menos así sería representativo y no necesitaría la ayuda extra de ciertos políticos con la mente muy estrecha y con poca  entidad de gestores de lo público.

Otro día, si es posible, les contaré el gran debate que existe en la CEOE nacional en cuanto al equilibrio de poder entre las organizaciones sectoriales y las territoriales, asunto muy interesante y de poco interés para nuestro estimado Presidente de CEOE-Cantabria.