Noticias de Cantabria
15-06-2011 17:32

Atentos a la pantalla

La película de los pactos municipales ya ha llegado a su fin, pero hay que estar atentos, muy atentos a la pantalla porque "el hombre fuerte" tiene ya muy bien diseñados los pasos a dar. De momento y una vez que sea proclamado candidato de manera oficial, dejará de inmediato la cartera de Interior.

Eso dijo Rubalcaba. "Atentos a la pantalla". Lo dijo en respuesta a una pregunta sobre la opinión que le merecía que Bildu se hiciera con la alcaldía de San Sebastián. El "hombre fuerte", dijo que los pactos hasta el último momento estaban abiertos, y que por ello aconsejaba estar "atentos a la pantalla". Dio a entender que incluso en el último minuto podían cambiar las previsiones. No lo dijo por decir. Algo o alguien le llevó a pensar que quizás PSE-PP y PNV encontrarían en el segundo final el acuerdo necesario. No ha sido así y Bildu; es decir, la izquierda abertzale se ha hecho por primera en su historia con un consistorio de importancia. No faltaran acontecimientos que requieran de una especial atención a la política vasca y, sí, habrá que estar atentos a la pantalla.

   La película de los pactos municipales ya ha llegado a su fin, pero hay que estar atentos, muy atentos a la pantalla porque "el hombre fuerte" tiene ya muy bien diseñados los pasos a dar. De momento y una vez que sea proclamado candidato de manera oficial, dejará de inmediato la cartera de Interior. En su cabeza hay más de un nombre, pero todo apunta a que su sucesor puede ser Rodolfo Ares, actual consejero de Interior del País Vasco. Conoce bien a ETA y Ares, como el propio Rubalcaba, es un superviviente de todos los avatares de su partido que no han sido pocos. La crisis, por llamarlo de algún modo, ya no la va a hacer el Presidente, sino el llamado a salvar los muebles del socialismo.

   Este dato _el que la crisis no la haga el Presidente porque será Rubalcaba quien decida su sucesor_ es solo un síntoma de la ficción, de la enorme ficción política en la que el Gobierno se ha instalado y, al parecer, pretende que se instalen todos. Es una ficción absoluta que el Ejecutivo continúe funcionando como si nada hubiera pasado y que, además, se empeñe, con un entusiasmo perfectamente descriptible, en acabar una legislatura para la que no tiene apoyos. A esta ficción hay que añadir ese punto de esquizofrenia que supone querer ofrecer "algo nuevo" siendo coparticipe y coautor  de aquello que se quiere renovar. Rubalcaba se va a deshacer muy pronto de tanto papel acumulado. Todo a la vez no puede ser y él lo sabe, pero tiene sus tiempos y en su particular jugada de ajedrez tiene que mover muchas piezas y acometer muchos objetivos al mismo tiempo: dañar lo menos posible la ya terrible situación del Gobierno, levantar la moral de los suyos  de los que 4000 ya sintieron ayer el sabor de la derrota y, sobre todo, convencer a los que no están en sus filas de que con él todo va a ser distinto.

   Estas cuestiones nos hará estar atentos a la pantalla, pero desde el mismo momento en el que el PSOE eligió resolver lo "urgente" eligiendo casi por la vía de urgencia al candidato y dejar para otro momento lo realmente importante que es esa reflexión profunda y seria de qué izquierda quieren ser y representar, la pantalla nos ofrecerá una mini-serie y no la gran producción que el PSOE necesita para reencontrarse a si mismo. Rubalcaba es mucho Rubalcaba pero él solo no puede con todo.

P.D: Afortunadamente José Antonio Alonso, portavoz del PSOE en el Congreso, está fuera de todo peligro. Hombre reservado, prudente, trabajador es probablemente el más leal a su amigo José Luis. Sus silencios _los de Alonso_ valen oro.

 

 

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