Cita en Sevilla
Pese a todo, había que escuchar a Pepe Blanco, alma mater de la Comisión Electoral del PSOE. Como en una nube explicó con entusiasmo lo estupendos que son. Debe tener su mérito decir y convencerse de que luce el sol cuando la mayoría está con paraguas.

Hace dos semanas los socialistas se reunieron en Zaragoza. Dijeron que lo suyo era hablar de España "y no como otros", pero lo cierto es que la cita de Zaragoza estuvo precedida por la ansiedad no disimulada y por lo tanto publicada de no pocos barones ante la decisión del Presidente del Gobierno sobre su continuidad o no como cartel electoral del PSOE. Recordaran que todos, incluido Fernández Vara, salieron realizando proclamas de respeto a los tiempos en los que Zapatero se quiere mover. Fue todo tan excesivo que resultaba increíble.
Este fin de semana el lugar de la cita es la extraordinaria ciudad de Sevilla y aunque es verdad que el debate sucesorio se ha acallado un poco_no del todo, ni mucho menos_los socialistas se reúnen en la cuna de una extraña y vergonzosa operación político-financiera según la cual se incluían en ERES a personas que ni siquiera habían trabajado. Son casi setecientos millones de euros los que han circulado fuera de control, de manera arbitraria y peligrosamente arbitraría. Además , en Madrid Tomás Gómez no ha abandonado su pelea con Ferraz, al tiempo que las encuestas le otorgan los peores resultados nunca obtenidos por los socialistas. Si las previsiones se cumplen, Gómez puede esperar lo peor. Blanco ni olvida ni perdona. Como las desgracias nunca vienen solas, los socialistas se citan en Sevilla con la asignatura pendiente de resolver si los imputados estará o no en las listas electorales. El caso más paradigmático se da en Plasencia (Caceres) donde la candidata a la alcaldía está imputada en cinco supuestos delitos. Imputada pero inocente hasta que no se demuestre lo contrario.
Pese a todo, había que escuchar a Pepe Blanco, alma mater de la Comisión Electoral del PSOE. Como en una nube explicó con entusiasmo lo estupendos que son. Debe tener su mérito decir y convencerse de que luce el sol cuando la mayoría está con paraguas. Decirlo y mantenerlo y además aconsejar crema con protección que en términos políticos significa, por ejemplo, afirmar que "Rajoy no es útil". "Nada damos por perdido", afirmó Blanco poniendo un entusiasmo que no logró contagiar al auditorio, un auditorio que como el conjunto del socialismo ofrece claros síntomas de agotamiento, atenazado por la autodisciplina de no insistir a las claras en la necesidad de que Zapatero se decida. Un socialismo que tanto en Zaragoza como en Sevilla se ve abocado a pedalear cada vez más fuerte porque si se para se cae.
Rajoy también tiene su agenda repleta de giras. El que el asunto Camps haya quedado limitado a los famosos trajes ha sido un claro respiro pero eso no impide que en las filas populares exista un punto de preocupación. La hipótesis de ver a Camps ante un tribunal popular en vísperas electoral o incluso en plena campaña electoral objetivamente es un problema que tendrán que dilucidar. Si Zapatero guarda silencio sobre su propio futuro, Rajoy lo va a mantener en relación a Camps de quien siempre ha creído y cree que "es un hombre honrado". Los calculados silencios de Mariano Rajoy irritan a más de uno en su partido pero no los va a romper. El estilo Rajoy es que todo parezca un accidente y algunos creen que de vez en cuando hay que romper algún plato. Camps, inocente mientras no de demuestre lo contrario como cualquier otro imputado, no va desistir porque son los que acusan los que tienen que demostrar lo contrario.
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