Iñigo De La Serna, Ministro de Fomento de España

Años atrás cuando se anunciaban presuntas remodelaciones ministeriales, que nunca hacía el Gallego, desde Cantabria Liberal (ver hemerotecas) siempre decíamos que Iñigo iría de ministro, al final cayó. Nuestra relación con el nuevo ministro se remonta a 10 años, cuando ocupó la alcaldía con mayoría absoluta, ¡cómo pasa el tiempo, y desde entonces le hemos hecho un seguimiento de su actuación política y profesional. Ahora se producen los frutos del buen hacer. Porque amigos de la boina, cientos y cientos se disputaban ser ministros y ha caído en este santanderino ingeniero de 45 años, alcalde por tercera vez con dos mayorías absolutas, y si no sacó la tercera mayoría absoluta fue por un simple desliz que no es el momento de comentar, fueron cuatro votos y medio. Estoy seguro que en estos momentos de felicidad junto a su madre se acordará de su padre, ya le gustaría que viviese   para ver cómo su hijo con 45 años sigue subiendo escalones. Está en lo más alto, bueno todavía no, pero dentro de cuatro años se lo diré.

Y ahora hablemos del futuro que ya es presente, estamos absolutamente seguros de que va a triunfar en su ministerio, Fomento, a pesar de contar con escasos recursos económicos  pero que multiplicará como los panes y los peces al igual que ha venido haciendo en Santander a pesar de cierta oposición política que a veces, demasiadas, cruzaba las líneas rojas que una   oposición democrática educada y del siglo XXI no debe traspasar. Los santanderinos estamos contentos de como nos deja la ciudad, deja muy alto el listón para su sucesora (o sucesor). Entremos en antecedentes porque va a ocupar la cartera ministerial que más debe a Cantabria. Iñigo siempre fue un valedor del AVE, ese famoso tren que prometió y firmó Pepino, ministro de Fomento socialista, a Revilla en un papelucho (que dijimos desde CL no servía para nada como se demostró). Lo peor ha sido que se olvidó esa inveterada reivindicación por la nada, dicho de otra manera se olvidó la reivindicación.

Nosotros seguimos revindicando el AVE, mantenemos los principios, no cambiamos, no somos políticos. Cantabria tiene que tener lo mismo que tienen otras comunidades y son comunicaciones siglo XXI que no tenemos. Y el AVE debe de ocupar la primera prioridad aun siendo los tiempos duros. El gallego Pepiño, Ministro de Fomento, siendo ministro socialista llevo el AVE a Galicia veremos si tenemos la misma suerte a pesar de la crisis que todavía atravesamos. Otra reivindicación sería el tercer carril a Torrelavega que facilitaría  sacar a esa ciudad de Torrelavega de la desesperación y naufragio en la que se encuentra. Y añadiríamos también como reivindicaciones el tercer carril Castro-Noja, convertir el Puerto de Santander en un gran puerto y no en un sucedáneo del puerto de Bilbao etc. Cantabria tiene muchas carencias, todas por la falta de peso político pero fundamentalmente por la desunión de los políticos porque así les parieron. Tenemos la suerte de que este alcalde de Santander conoce muy bien esas carencias de Cantabria y estamos absolutamente seguros que en lo que pueda ayudar a Cantabria así lo hará. Espero que cuando nos veamos no me diga: Carlos que más que una felicitación me has mandado una carta de peticiones y yo no soy el Rey Mago, pero seguro que algo hará Iñigo porque él cumple, no promete ni hace declaraciones vacuas  a pesar de las zancadillas que pueda recibir incluso desde Cantabria estando en Madrid. Y también estamos absolutamente seguros Iñigo que olvidarás los desplantes, las malas caras, los insultos que has recibido en la acción política porque eres un caballero. Los cántabros tenemos que alegrarnos de tener un Ministro de Fomento de España con categoría, profesionalidad contrastada  y además juventud. Pues si amigos de la boina en esta ocasión tenemos que hablar bien de un político pero que es ingeniero. Una pena que Cantabria pierda una persona de valía. Siempre nos ha apenado que nuestros jóvenes se vean obligados a emigrar y en esta ocasión aunque nos alegramos también nos apena algo  que un político capaz nos deje, haga lo mismo aunque sea por el bien de España. …