Noticias de Cantabria
29-03-2011 23:12

Instrucciones para la libertad

PSOE y PP quieren que las televisiones privadas también se ajusten los tiempos de información que, según sus deseos, deberían estar sujetos al criterio de proporcionalidad; es decir, en función de los resultados obtenidos en los últimos comicios.

 En medio de la farragosa actualidad, ayer los periódicos nos recordaron el acuerdo alcanzado por PP y PSOE en la reforma de la Ley Electoral. Estos dos partidos que no son capaces de ponerse de acuerdo ni en la hora en la que estamos han acordado una ley electoral según la cual las cadenas privadas de televisión deberán ajustarse a los mismos criterios que la televisión pública a la hora de informar sobre la campaña electoral, de manera que el criterio informativo va a quedar supeditado a principios que si bien son razonables para los medios públicos que son de todos, resultan absolutamente rechazables cuando de medios privados se trata. Las televisiones privadas se juegan su dinero y como cualquier otro medio de comunicación tienen derecho a hacer valer su ideario siempre y cuando no se aplique en menoscabo de la verdad o del rigor.

   Pero todo esto da igual. PSOE y PP quieren que las televisiones privadas también se ajusten los tiempos de información que, según sus deseos, deberían estar sujetos al criterio de proporcionalidad; es decir, en función de los resultados obtenidos en los últimos comicios. Ayer la Junta Electoral matizó esta exigencia indicando que el tratamiento informativo deberá atender "preferentemente" este criterio de proporcionalidad. El matiz es casi irrelevante porque la gravedad está en el fondo de la cuestión que no es otro que ese impulso al parecer incontrolable de controlar todo lo que se mueve.

   Con esta decisión, las televisiones privadas se van a ver constreñidas por una normativa que para nada debe afectar al campo de lo privado. No es entendible ni aceptable que un medio de comunicación privado deba atenerse al exceso normativista aplicable solo a los medios públicos. La decisión tiene claros ribetes de inconstitucionalidad pero mientras esto llega_si es que llega_no estaría mal una cierta insumisión. No seré yo quien haga llamamiento a incumplir la ley, ni siquiera la del tabaco, pero si creo que en algún momento hay que decir basta a instrucciones y directrices que constriñen la libertad de información y que se derivan de leyes que claramente rozan la inconstitucionalidad como es este aspecto de la Ley Electoral pactada por los dos grandes partidos. Es lamentable que encorseten la libertad para informar  de ellos mismos y estos mismos se amparen en el derecho a la libertad de expresión cuando esta afecta a otros.

   Es más que explicable que "twitter", "tuenti" y demás artilugios que se bandean a sus anchas, sin límites ni instrucciones , en donde está permitido todo y más hayan dejado de ser meras herramientas para convertirse en auténticos objetivos. Nada gusta más que hablar de los miles de "amigos" que se tienen en la red y encanta alardear del número de comentarios y adhesiones cosechados en ese mundo etéreo, frío y distante que brinda inmediatez pero impide ver el gesto.

   El otro día en el Congreso, en la cola de entrada coincidí con un grupo de compañeros cargados con sus cámaras y trípodes con  el afán de obtener buenas imágenes, el gesto ocurrente o preocupado. Muy amables quisieron que yo pasara la primera y les dije que no, que pasaran ellos que iban muy cargados. Lo agradecieron en medio de esta reflexión :"así siempre, todo este montaje para que venga uno con un móvil, saque una foto y abra el telediario". ¡Qué razón tienen¡. Entre los periodistas voluntarios que a través de Internet hacen alarde de inmediatez_como si ese fuera el único criterio válido-- y el acuerdo PP-PSOE ya me dirán que pintamos los demás.

 

 

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