Noticias de Cantabria
27-02-2018 07:00

¿Nos merecemos esta mierda?

Los santanderinos si de algo estamos orgullosos, es de nuestra bahía; de nuestra clásica y romántica bahía que decía Gerardo Diego en su poema Bahía Natal, sin mucho mérito por tenerla y parece que a partir de ahora menos por conservarla, pues ni siquiera somos capaces de respetar lo que la naturaleza nos regaló.

Han comenzado a empedrar la playa de la Magdalena y no da la sensación de que nadie haya dicho nada. Me sorprende que los distintos clubs y asociaciones deportivas de todo tipo, de veleros, motoras y ciudadanía en general, se mantengan absolutamente callados. Me sorprende que tantos y tantos que se pusieron en pie de guerra en contra del Centro Botín, en reivindicación pomposa de defensa de la Bahía, mantengan un mutismo cómplice y complaciente ante el desalmado disparate que nos están construyendo en una de las partes más emblemáticas de la Bahía: Dos espigones que ahogan en piedra la playa de la Magdalena bajo unos muro de casi 7 m de altura en bajamar con coeficiente alto. Algo así como debieron ser los muros de la mítica ciudad de Troya. Espigones que cortan la navegación especialmente de las escuelas de aprendizaje, en las que tantos niños recibieron su bautismo de mar y cuyo futuro seguramente peligra. Muros que cortan el flujo natural de la corriente y que hieren las miradas de los que saben que la vida en la Bahía consta de dos flujos diarios de subida y de bajada y que cuando hay marejada el reflujo de la ola rompe en la playa.

Algún imbécil, más o menos ilustrado, pensó que la arena de la playa es como el parterre de la piscina, que echas la tierra en este caso arena y allí se queda. Quien así pensó pudo ir descubriendo año tras año que las mareas se llevaban la arena, y que en donde los miles de años anteriores no habían dejado que se depositara, no estaban dispuestas a permitirlo ahora. Tras bastantes años en los que el combate se dirimía rellenando en primavera lo que las mareas se llevaban en otoño e invierno, para colmatar otro lugar de la Bahía, han decidido pasar a la acción. Para hacer frente a esa anual insurrección de las milenarias mareas y corrientes han decidido encarcelar la playa y encerrarla entre mastodónticos espigones.

Seguramente la fechoría no saldrá gratis y las mareas y corrientes se cobrarán su tributo en otro lugar, quizás anegando el canal de navegación, quizás acabando de anegar aquella maravilla de roquedal que está entre la isla y la península de la Magdalena que ya había sido condenado cuando en otra desacertada actuación se empezó a construir el llamado espigón de Bikini.

Ojalá les caiga una querella por delito ecológico.



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Comentarios(3):

ciudadano santander - 27-02-2018

las playas son el mecanismo de defensa que la naturaleza tiene contra los embates de la mar; somos unos irresponsables invadiendo esas playas y no de personas sino de infraestructuras salvajes

pepiño - 27-02-2018

Que haya un espigón de protección de la playa (artificial) no lo veo mal. Pero esta escollera ladrillera si da bastante pena.

Socrates - 26-02-2018

Lo de este espigón no lo entiendo lo confieso. ¿Se trata de evitar que la playa se quede sin arena?.Pues no lo entiendo pero si es así estos chicos son muy inteligentes..... pero lo dicen los entendidos ¿Que entendidos?.Dicen que la naturaleza es sabia y lo comprobamos cuando el mar ruge y derriba las edificaciones que se han metido en su territorio de jurisdicción .Hace poco se puso un gran muro para que el agua no entrase en unas edificaciones en Somo Solo que muy cucos se callan que esas edificaciones están en la Playa.Lo del Paseo del Chiqui es otra cosa o mas de lo mismo.Quitaron los espigones para ampliar el paseo y no se enteraron que al quitar los espigones el agua entraba con mas fuerza Quien lo ordenó el político o el ingeniero.¿¿??