Reflexiones sobre el Asociacionismo Empresarial

A pesar de lo aparentemente reiterativo y cansino de frases como “estamos en crisis”, “se vende la mitad de lo que se vendía hace años” o “esta situación no sabemos cuándo va a terminar”, desde el cargo que represento veo necesario, en estos momentos, lanzar un mensaje que al menos sirva para que esa reticencia y escepticismo a todo lo que nos rodea se transforme en un ¿y por qué no?

El asociacionismo a todos los niveles en los que nos movamos es necesario, de eso nadie debe tener ninguna duda. Defendiendo intereses comunes entre pocos (o muchos) se llega antes y mejor que intentando abrir puertas en solitario. 

El problema que la mayoría tenemos a la hora de tomar la decisión en formar parte de cualquier tipo de colectivo es saber si quién te representa te ofrece suficientes garantías y credibilidad, si tus demandas como asociado van a ser atendidas por tus representantes o si las actividades que esa asociación desarrolle te pueden resultar beneficiosas.

La reivindicación por lo que entendemos apropiado y necesario para nuestro sector, y hablo del comercio, ha sido nuestro caballo de batalla durante estos diez años de andadura. Este espíritu reivindicativo y a su vez colaborador con quién nos ha ofrecido propuestas interesantes por las que trabajar, ha sido el principal motivo de estar satisfechos con nuestro trabajo y que hemos visto compensado a través de una adhesión masiva de empresas y asociaciones de comerciantes jamás vista en nuestra región y que solamente se  ha visto con recelo por quienes han pensado que el comercio son ellos ya que ellos son más listos y mejores que nadie.

Echando la vista atrás son muchos los aspectos positivos, por no decir prácticamente todos, los que hemos vivido en estos años. Solo nos queda añadir esa necesaria unidad asociativa empresarial y que solo se alcanzará cuando los que participamos en ella sepamos eliminar miserias humanas a las que estamos llegando, envidias, aspiraciones infundadas y protagonismos absurdos en los que los empresarios en nada se van a beneficiar.

Difícil tarea, imposible según me dicen mis colaboradores más próximos, pero los retos difíciles, cuando el resultado puede ser bueno para todos, siempre han gustado a la Federación del Comercio de Cantabria-COERCAN.  

Tanto en COERCAN como en la Confederación de Empresarios CECAN nos encontrará quién persiga este mismo objetivo.

Miguel Ángel Cuerno Estébanez, Presidente de COERCAN y de CECAN