Noticias de Cantabria
09-03-2011 18:54

Repaso a la memoria histórica de la CEOE de Cantabria

Suena mi teléfono móvil y, extrañado por quién me llama, puesto que no hablaba con él desde hace tiempo, lo cojo y oigo: “Miguel Ángel soy…, cuánto me estoy acordando estos días de ti cuando me decías hace un par de años que esto iba a acabar mal. Qué razón tenías”.

Curiosamente, esta llamada se está repitiendo con demasiada frecuencia, sin que, hasta la fecha, nadie haya logrado hacerme distinguir la situación que está sucediendo ahora con la vivida hace dos años, cuando, motivados por la escandalosa propuesta de cambio de estatutos y el cambio radical de gestión en la CEOE de Cantabria, una serie de patronales decidimos libremente y por voluntad propia no seguir ese camino.


Ese paso al frente que en su día dimos, y que fue visto desde varios frentes como una pataleta o una pérdida de un “ficticio” pulso frente al presidente de la CEOE de Cantabria, lo que realmente ha generado es una confianza total en las personas con las que en su día conté para tomar una decisión importante como abandonar la CEOE de Cantabria y crear CECAN. Como bien se dice, las personas hay que valorarlas en los momentos difíciles, y aquel fue uno de ellos.

En lo que personal, y aunque con los tiempos que corren parezca difícil de entender, suponía dimitir del cargo de tesorero de la CEOE en Cantabria, así como de los diferentes puestos de representación institucional que ostentaba. Todo ello a cambio de cosas aparentemente tan sencillas como tener la conciencia tranquila y defender una postura ante un importante número de presidentes de asociaciones que, anónimamente, y con gran esfuerzo, encabezan organizaciones que prefieren una buena acción a una buena cena.

Las voces discrepantes a la actual gestión de la CEOE de Cantabria se han multiplicado estos últimos días al calor de la denuncia realizada por su secretario general y animadas, sobre todo, por la repercusión mediática que está teniendo la misma. Como es lógico, todo el mundo opina. Son voces, en algunos de los casos, protegidas por el anonimato y con cierto miedo a no se sabe qué… o sí.
De quien no se entiende el miedo a opinar es de nuestros representantes políticos.
Los ya famosos 12 folios, en los que el secretario general de la CEOE de Cantabria denuncia hechos ciertamente graves, deberían exigir una reacción inmediata por todas las partes implicadas que sirva, al menos, para dar credibilidad  o no a esta denuncia, sin que valga, en esta ocasión, echar balones fuera acogiéndose a un argumento tan débil como no querer valorar asuntos internos de ella.

Desde las patronales que presido, CECAN y la Federación del Comercio de Cantabria-COERCAN, estamos viendo cómo la historia se vuelve a repetir casi tres años después, pero esta vez dejando el papel de protagonista a otros. No hay que olvidar que COERCAN, antes de abandonar la CEOE de Cantabria, y tras la última auditoría externa realizada en 2007, era, de largo, la que contaba con mayor número de empresas asociadas en la región, 2.229 exactamente. Este número ha crecido en los últimos años considerablemente gracias a las empresas que han confiado en nuestra forma de actuar y de trabajar, situándose en la actualidad en las 3.000.
El daño que está produciendo este asunto a la imagen del empresariado cántabro nos afecta a todos, principalmente a la CEOE de Cantabria, pero también a quienes en su día decidimos levantar la voz cuando vimos que querían cambiar las reglas del juego a mitad del partido.


El empresariado de esta región merece que entre todos nosotros hagamos un esfuerzo para evitar que nuestro prestigio no quede seriamente deteriorado, y para ello es fundamental eliminar miserias personales, protagonismos absurdos y tomar decisiones coherentes, y en ocasiones valientes, por un objetivo concreto e inmediato, que es la unidad del empresariado en Cantabria.

Miguel Ángel Cuerno - ex tesorero de la CEOE de Cantabria

Sé el primero en comentar