D. Cesar Tolosa: "Tengo que agradecer a los Santanderinos y a los Cántabros el trato que me han dispensado a lo largo de estos 30 años"
Llegamos al edificio Judicial “Las Salesas” para hacer una entrevista a D. Cesar Tolosa, todavía Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, nombrado Magistrado del Tribunal Supremo.

En la segunda planta y al fondo del pasillo se encuentra el despacho de D. Cesar, como ya habíamos ido anunciados, D. Cesar Tolosa nos recibe en su despacho y con un amabilidad que es característica de él y sin mayor preámbulo, con mucho respeto porque eso de las “togas” nos sigue imponiendo respeto, empezamos con la entrevista, previo a un entreacto.
C.L.- Buenos días D. Cesar, esperemos que sepamos hacerle una entrevista que pueda llegar a la opinión pública porque no todos los días entrevistamos a una persona que reúne sus características. Usted es Juez desde el año 1982 según creemos, pero centrémonos en Santander, ¿cómo y por qué acudió a Santander? O sea, su primer puesto en Santander, digámoslo así, fue en las antiguas Magistraturas de trabajo, ahora Juzgado de lo Social, ¿recuerda de qué año a qué año estuvo en Castelar y en Valliciergo? ¿Qué recuerda de aquellos años? ¿Se trabajaba mucho? ¿Cómo eran las relaciones con los profesionales, los trabajadores, los empresarios? ¿Qué recuerda de aquella época, D. Cesar?
C. Tolosa.- Yo llegue a Santander, destinado a la Magistratura de Trabajo Nº 1 en noviembre del año 1984, por tanto se va a cumplir ahora 30 años desde que yo llegué a Santander a desempeñar mis funciones jurisdiccionales; Yo nunca estuve en Castelar, llegue directamente a la sede de la Magistratura de Trabajo en la Calle Valliciergo, eran unos años absolutamente diferentes a los actuales, cuando yo llegue a la Magistratura de Trabajo se habían producido una serie de circunstancias, en cuanto a la cobertura de la plaza porque el anterior Magistrado, Javier Sánchez Pego, había sido promovido al Tribunal Central de Trabajo y esto había dado lugar a una situación de interinidad y a un cierto atasco de asuntos en la Magistratura de Trabajo, posteriormente Juzgado de Lo Social, y eso provocó la necesidad de poner aquel Juzgado al día que fue una labor muy trabajosa porque había muchos asuntos pendientes, pero en fin, al final logramos que aquello pudiera funcionar con absoluta normalidad , eran unos años insisto que eran diferentes en la “curia”, el número de abogados y de procuradores que acudían era mucho menor y por tanto las relaciones eran mucho más cercanas, había no sólo la relación puramente profesional sino se establecieron ya en aquellos años unas grandes relaciones de amistad, la verdad es que aquello era probablemente un poco más sencillo desde ese punto de vista en cuanto a las relaciones profesionales, no quiere decir que ahora las relaciones no sean buenas pero sí es verdad que las relaciones necesariamente son menos cercanas, desde el momento de que hay muchas más personas que desempeñan esas funciones.
También por otro lado eran tiempos difíciles, eran tiempos complicados en los que también desde la Magistratura de Trabajo a mí me tocó afrontar, como a muchos otros compañeros, épocas de reconversión, de algunos sectores importantes de la actividad productiva en Cantabria, el sector Naval, el sector de la Siderurgia, etc.. fueron años convulsos pero yo creo que mis relaciones tanto con las Organizaciones Empresariales como con las Organizaciones Sindicales fueron unas relaciones muy cordiales en el ámbito Institucional y de hecho, hoy por hoy, sigo manteniendo buenas relaciones tanto con las Organizaciones Sindicales como con la Patronal, no tengo ningún problema de relación con ellos.
C.L.- En aquellos años, recuerda algún hecho especial, a modo de anécdota, que nuestros ciber-lectores les puede interesar más? Y después paso al Tribunal Superior de Justicia, ¿en qué año? ¿En aquel momento perdió más el contacto con los justiciables, o mantuvo esa relación de Juez justiciable?
C. Tolosa.- Los de las anécdotas siempre es complicado, porque evidentemente se vivía muy deprisa, se vivía con muchos asuntos, insisto en que había mucha conflictividad y por tanto siempre se producían algunos fenómenos, algunos agradables y otros no tan agradables, pero en fin me costaría mucho trabajo ahora mismo identificar algunas de ellas, lo que pongo en valor esencialmente era el trato y la relación que las Magistraturas de Trabajo existía entre los que trabajábamos allí y los abogados, procuradores y graduados sociales que acudían, yo creo que eso era el valor más importante que yo recuerdo en aquellos años que fueron para mí tremendamente agradables en esta ciudad.
Después efectivamente yo creo que es en el año 1990, cuando yo paso al Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, a la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia en Cantabria, pero primero adscrito primero a la Sala de lo Social y posteriormente a la Sala de lo Contencioso. Las relaciones ya con los profesionales eran menores pero todavía eran bastante intensas, yo creo que mientras uno sigue realizando día a día la actividad judicial y sigue todavía celebrando juicios pues esa relación con los profesionales sigue siendo intensa, lo que pasa que ya ha cambiado el tipo de profesionales ya no eran sólo profesionales del Derecho Laboral sino también profesionales del área civil y penal y eso también me enriqueció porque me permitió conocer a otros abogados y otros procuradores, a otras personas nuevas y en definitiva, pues sí, profundizando en esas relaciones personales, que yo creo que son muy importantes, de cara al funcionamiento de cualquier Institución.
C.L.- ¿Cuáles fueron sus vínculos con la Universidad, porque sabemos que ha dado clases, conferencias, algún libro creemos que ha escrito? Cuéntenos algún detalle D. Cesar.
C. Tolosa.- Yo inicie mi actividad en la Universidad en el año 1986, en el curso 1985-1986 y desde entonces ininterrumpidamente he sido profesor de derecho en la Universidad de Cantabria, primero de derecho procesal y ya prácticamente a los dos años ya empecé a dar clase de derecho laboral, lo que continuo haciendo en este momento, sigo siendo profesor de derecho laboral.
A mí la Universidad me ha dado dos cuestiones fundamentales, en primer lugar y lo más importante el contacto con los alumnos, yo creo que eso es absolutamente gratificante, yo me he sentido muy feliz dando clase con mis alumnos y una de las mayores satisfacciones que yo he tenido en mi tiempo de Santander es poderme encontrar hoy con muchos alumnos que han culminado una brillante carrera profesional, para mí eso es una autentica satisfacción y por otra parte tengo que decir que he aprendido enormemente de los profesores de la Facultad de Derecho que me han enseñado a otra forma de ver el Derecho, no sólo la forma práctica sino también la forma teórica, la forma del estudio más sosegado, y eso a mí me ha permitido pues evidentemente también profundizar en mis conocimientos; yo he tenido la suerte de trabajar con varios profesores, que no voy a citar aquí porque son unos cuantos, de derecho laboral, a todos ellos les tengo un enorme aprecio, una enorme admiración y un enorme respeto. Y también fueron ellos los que encendieron en mí un poco la posibilidad de realizar algún tipo de actividad académica como era la de escribir algo sobre los conocimientos que uno podía ir teniendo y podía ir atesorando, y efectivamente desde esa perspectiva yo he escrito unos cuantos libros, no recuerdo ahora mismo, a título individual y a titulo colectivo, alrededor de veintitantos libros y unos 50 o 60 artículos doctrinales que insisto seguramente no lo hubiera hecho nunca sino hubiera sido por mi paso por la Universidad.
C.L.- Y después, accede a la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia en el año 2004. ¿No han sido demasiados años D. Cesar, quizá esta vuelta a lo suyo, a poner sentencias le va a reconvertir otra vez en Juez, ¿qué opina?
C. Tolosa.- Bueno yo no he dejado de ser Juez nunca evidentemente, lo que pasa es que era un Juez que se dedicaba a una función que también corresponde a los Jueces, que es la del gobierno del propio Poder Judicial, yo creo que es una labor absolutamente importante pero de la misma manera que es una labor importante yo creo que también tiene que ser una labor transitoria, una labor puramente temporal.
No sé si han sido muchos o pocos años, yo creo que han sido los necesarios, los justos y necesarios, han sido dos mandatos, el primer mandato se afronta con enorme ilusión y el segundo mandato probablemente con una mayor carga de conocimiento lo que permite asentar determinados proyectos, pero evidentemente yo creo que mi tiempo como Presidente del Tribunal estaba ya agotado, creo que ha sido una etapa muy feliz de mi vida, una etapa muy provechosa pero efectivamente, yo soy Juez, y a un Juez creo que lo que más le gusta es poder resolver los conflictos mediante el dictado de las Sentencias, esa va a ser a partir de ahora mi función y estoy tremendamente satisfecho por ello.
C.L.- En estos últimos años, ha estado en relación con la clase política y curiosamente con todos, y todos han gobernado, y el Magistrado D. Cesar Tolosa sigue. ¿Qué tal han sido las relaciones de la Magistratura con la clase política? ¿Qué le sobra y qué le falta a los Juzgados de Santander? ¿A los Juzgados de Cantabria? ¿Cuál es su análisis D. Cesar?
C. Tolosa.- Mi relación con la clase política ha sido una relación respetuosa, de lealtad Institucional y evidentemente de cordialidad. Yo tengo muy claro dos cuestiones fundamentales, una que la independencia judicial no se defiende con malos modos y otra que muchas veces se consigue bastante más con una buena palabra que con un mal gesto y consecuentemente yo creo que la cordialidad con la clase política que en definitiva tiene responsabilidades en la Administración de Justicia porque tiene sus competencias en el mundo del funcionamiento de la Justicia, no en el ejercicio de la potestad jurisdiccional, pero sí en el funcionamiento de la Administración de Justicia, solo tienen que ser necesariamente unas buenas relaciones, lo han sido con los dos gobiernos, de diferente signo político con los que yo he tenido la posibilidad de trabajar a lo largo de estos diez años, les estoy tremendamente agradecido por el trato que me han dispensado e insisto en que ha habido espíritu de colaboración, de coordinación, de libertad institucional, de buen trato, pero siempre con un principio básico que es el respeto a la independencia el Poder Judicial.
¿Qué es lo que ha ocurrido en Cantabria a lo largo de todos estos años?, bueno yo creo que ha habido una evolución evidente en la Administración de justicia, ha ido creciendo, el número de órganos judiciales ha seguido crecido, el compromiso de los jueces se ha mantenido inalterable, nos hemos encontrado con una circunstancia que es la que se han encontrado muchos españoles, que es la crisis económica, que a nosotros nos ha afectado en un doble sentido, se ha incrementado la litigiosidad y en parte se han limitado los fondos públicos para el funcionamiento de la justicia pero tengo que decir y lo he dicho en muchas ocasiones, y lo quiero reiterar ahora que me marchó, que afortunadamente el sentido de compromiso y la responsabilidad de los que trabajan en el servicio de la Administración de Justicia ha permitido, que a mi juicio hoy tengamos una Justicia que al menos en números está en una mejor situación que incluso al inicio de la crisis. Insisto, eso es merito de todos los que trabajan al servicio de la Administración de Justicia en esta Comunidad Autónoma.
C.L.- D. Cesar, creemos que usted se marcha porque ha cumplido una etapa, no porque quiera marcharse de Santander. ¿Nos matiza esto? O sea, ¿qué va a seguir viniendo por Santander con asiduidad, a pesar de ser nombrado Magistrado del Tribunal Supremo?
C. Tolosa.- Me marchó esencialmente por razones profesionales, yo me marchó porque efectivamente yo terminaba mi etapa como Presidente del Tribunal Superior de Justicia y he tenido la fortuna de ser promovido al Tribunal Supremo y consecuentemente voy al Tribunal Supremo, que creo que es el destino más apetecible para los que sentimos la vocación de la carrera judicial, es la culminación de una carrera y por tanto yo estoy enormemente satisfecho, por tanto en mi marcha de Santander no hay ningún tipo de componente ajeno a lo que es puramente profesional, desde el punto de vista personal yo he sido tremendamente dichoso en esta ciudad, tengo que agradecer a los Santanderinos y a los Cántabros el trato que me han dispensado a lo largo de estos 30 años , tengo muchísimos amigos en Santander afortunadamente, mis hijas son Santanderinas y por tanto mis vínculos con esta ciudad son tremendamente profundos, tan profundos que evidentemente yo me marcho a Madrid a trabajar pero yo no me marcho de Santander definitivamente, yo espero seguir volviendo por aquí y poder seguir disfrutando de la amabilidad de los Santanderinos y de la maravillosa Ciudad de la que disponemos.
C.L.- D. Cesar, usted es de Segovia, pero parece un Santanderino, ¿qué es un poco más Segoviano y menos Santanderino, o al revés?
C. Tolosa.- Creo que soy posiblemente lo peor que se puede ser, una mezcla de ambas cosas, yo sigo considerándome Segoviano, concretamente yo soy de un pueblo de Segovia y me siento muy orgulloso de ser de mi pueblo evidentemente, tengo cierto sentido de pertenencia a mi pueblo pero evidentemente más de la mitad de mi vida la he vivido en Santander y por tanto yo me siento también Santanderino; probablemente en este momento alguna de mis costumbres y alguna de mis peculiaridades tenga más que ver con lo Santanderino que con lo Segoviano, seguramente.
C.L.- Para mucha sociedad de Cantabria a usted se le considera Santanderino y profesionalmente se puede decir que se ha forjado aquí como Juez, será nuestro embajador en el Tribunal Supremo?
C. Tolosa.- En el Tribunal Supremo lo que procuraré será dictar buenas Sentencias pero lo que desde luego puede tener todo el mundo claro es que en la medida de mis posibilidades, si yo tengo ocasión de intervenir, influir o poder realizar cualquier tipo de actividad que pueda ser beneficiosa para esta tierra, lo hare con muchísimo gusto.
C.L.- D. Cesar, según su criterio que es de los antiguos, ¿ha mejorado la Magistratura en cualidad y en cantidad? ¿Cuál es su opinión respecto a la figura del Juez, en que ha mejorado y en qué se ha perjudicado?
C. Tolosa.- Yo creo que el problema de los Jueces sigue siendo el mismo y es el exceso de la carga de trabajo y eso probablemente es algo con lo que yo he vivido de siempre y en lo que casi siempre ha sido motivo de queja por parte de los Jueces, pero la carrera judicial yo creo que es muy buena carrera judicial, y es muy buena carrera judicial por dos razones fundamentales, primero porque se ha producido un fenómeno de una mayor formación de los jueces, yo creo que en este momento contamos con una carrera judicial, con unos Jueces magníficamente formados con unos conocimientos enormes y como he dicho antes con una gran grado de compromiso, y por otro lado yo creo que se ha producido un fenómeno que también nos ha venido muy bien a la carrera judicial y ha sido la máxiva incorporación de la mujer y de gente joven a la carrera judicial, yo creo que la juventud en la carrera judicial nos permite tener sabia nueva y una perspectiva de los problemas sociales y la incorporación de la mujer que yo creo que dota también de una visión diferente a la visión tradicional de los hombres en la carrera judicial , lo que es fundamental y en ese sentido sigo diciendo que pese a las críticas que en muchas ocasiones a veces se reciben y pese a un comportamiento aislado que puede ser objeto de toda la crítica por parte de los ciudadanos y por parte de los medios de comunicación, la gran mayoría de la carrera judicial española es una carrera judicial bien formada, comprometida y que tiene muy claros los valores de la independencia, del servicio público y de la imparcialidad.
Muchas gracias D. Cesar
Cantabria Liberal agradece su disposición para informar a nuestros lectores y aprovechamos esta ocasión que nos brinda usted para desearle un gran éxito en esta nueva etapa que comienza.
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