Noticias de Cantabria
Opinión 05-05-2018 07:00

Políticos atrabiliarios, egoístas y necios…, por Pedro Arce Díez

Quienes ya tenemos canas para haber tenido la experiencia de los tiempos de la Transición política de España y los años posteriores, estamos hoy un poco escandalizados y un mucho desazonados, pues observamos que, con carácter general, los políticos actuales no dan la talla, pues están ensimismados y centrados en sus intereses particulares y sectarios.

Por ello volvemos la vista atrás y recordamos, con cierta nostalgia, aquellos políticos de la Transición que tenían una talla humana, académica y política a la que los actuales, con escasas excepciones, no les llegan ni a las suelas de los zapatos. Aquellos políticos venían de distintos ámbitos políticos –del Movimiento de la Dictadura, de la oposición clandestina, del exilio, etc.- y consiguieron dar vuelta a la situación política de nuestro país en un tiempo récord, enderezar la economía con los Pactos de la Moncloa y hacer una Constitución consensuada, lo que era un hito en nuestra historia constitucional de los siglos XIX y XX.

Pues bien; muchos de estos politicuchos de chichinabo actuales desean acabar con el espíritu de la Transición y con los logros conseguidos con ella, olvidando que sus progenitores y los de todos, lucharon unidos para tener la España de progreso que hoy disfrutamos y disfrutan, por mucho que queramos discutir y negar. Y en esta excrecencia política están demasiados, aunque, ¡No todos son iguales!, como ellos mismos pretenden, para confundir al personal y hacernos creer que no se salva nadie.

Aquel espíritu de diálogo y consenso se ha acabado; ahora predomina el ataque, incluso personal, las cuchilladas por lo bajines y aquello “de que se trata, que me opongo”. ¡Así no se construye una sociedad libre y próspera!.

Y voy a poner dos ejemplos recientes y actuales de lo que manifiesto: los Presupuestos de este año:

a)    En Camargo, dónde hubiera sido deseable que el actual equipo de gobierno, con su alcaldesa, Esther Bolado, y el partido de la oposición, el PP de Diego Movellán, hubieran dialogado, transaccionado y llegado a acuerdos formales para sacar un presupuesto en beneficio de todos los camargueses. ¡Pues, no!. Ha sido necesario que la alcaldesa, lanzase un órdago, con una moción de confianza ligada a la aprobación de los mismos, que ha ganado, fortaleciendo su liderazgo y tranquilizando a sus ciudadanos.

b)    El otro caso, de mayor trascendencia pues se trata de todo el Estado, son los Presupuestos Generales, que Rajoy ha ido mendigando con las fuerzas minoritarias y nacionalistas, que le han chantajeado hasta lo indecible. ¿No hubiera sido mejor que la primera fuerza de la oposición, el PSOE de Pedro Sánchez, hubiera negociado y apoyado los mismos sobre la base de las mejoras para todos los ciudadanos?. Pues, “No, es no”, que es su posición irreductible y después debemos reflexionar sobre el hecho de que las negociaciones con los nacionalistas nos han llevado, chantaje tras chantaje, a la situación gravísima y aún de desconocidas consecuencias, con los nacionalistas que han devenido en independentistas.

Aún recuerdo cuando en Torrelavega, no hace muchos años, los gobiernos de los alcaldes Blanca Rosa Gómez Morante e Ildefonso Calderón Ciriza, negociaron los presupuestos y se apoyaron, en ambas y distintas circunstancias, en beneficio de los ciudadanos de Torrelavega; y eso supuso progreso y tranquilidad para los ciudadanos.

Tengo también que volver a recordar a Adolfo Suárez, que pasará a la Historia, ¡Ya ha pasado!, como un gobernante dialogante y capaz de entenderse con todos; también es verdad que tuvo enfrente una oposición responsable y dialogante, pues dos no dialogan si uno no quiere. Y por ello, “la concordia fue posible”.

No pueden suceder situaciones como aquella a que hacía alusión hace pocos días un medio de comunicación regional de que “el bloqueo presupuestario congela diez proyectos del Instituto de Oceanografía”, con los perjuicios que ello ocasiona a todos, incluida la imagen que proyectamos en el ámbito de la Unión Europea.

Y me parece que es inútil pedir mayor responsabilidad a algunos políticos arribistas, que han llegado con el voto de todos, aunque están más centrados en sus cosas particulares, pero que nos están haciendo un daño inconmensurable. A muchos habría que recordarles aquel refrán de que “sarna con gusto, no pica”, pero mortifica a todos.

¡Somos lo que votamos!

 

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