11-12-2017 19:00
Eduardo González-Pardo Autrán…
A veces las personas anónimas, calladas, humildes, nos descubren unas facetas desconocidas para casi todo el mundo; muchos ya saben de mi dedicación a la historia de la aviación en Cantabria y quiero traer hoy a estas páginas a una de estas personas, casi anónimas, que han tenido una gran participación en el mundo de la aviación en nuestra región y que, precisamente en el día de hoy, cumple 90 años.
Eduardo González-Pardo Autrán (Torrelavega, 1927) es una persona que tiene una rica biografía y que ha estado vinculado al aeródromo de La Alberica, dónde se hizo piloto y desde dónde ha volado durante los años en que funcionó el mismo.
Él se siente de Novales dónde ha vivido más de medio siglo, precisamente en una casa que según afirma es la más antigua del lugar; el acceso a la finca se abre con una portalada con arco de piedra coronado por la Cruz de Malta y en esta casa nació en 1771 José Gómez de la Guerra, quien fundó la ciudad de Santa Bárbara de California.
Comenzó su formación en las antiguas Escuelas del Oeste, de Torrelavega, las continuó en el Colegio Menéndez Pelayo, en el Instituto de Torrelavega y después en Santander (Colegio de los Escolapíos e Instituto Santa Clara); los prosiguió en el Instituto Quirós de Cóbreces, momento en que estuvo a punto de ingresar en La Trapa, y en diversos centros agrarios, incluido el de la Granja de Heras, lo que parecía que perfilaba una vocación…
Le destinan a Burgos para hacer la mili, pero solicita hacer el servicio militar en Tetuán (Marruecos) y allí se forma como Practicante en el Hospital “Gómez Ulla”, examinándose en Cádiz y obteniendo brillantemente la titulación, que ejerce en el Ejército y con los ciudadanos de Tetuán; esto marcará su futuro profesional, pues esa ha sido la profesión que ha practicado en Santander (Con los Doctores Sierra Cano y Cabello, entre otros), Cillorigo, Novales,… hasta que se hizo Practicante de Empresa y trabajó en Firestone, dónde alcanzó la jubilación.
Pero volar ha sido su gran ilusión, nacida quizás en su infancia cuando vio los primeros aeroplanos durante la Guerra Civil y las salidas y llegadas al aeródromo de Torrelavega y así comenzó a frecuentar el aeródromo de La Albericia en el año 1952; iba en tren hasta Adarzo y llevaba la bicicleta; después ya tuvo una Guzzi. Allí se hace piloto y tiene como monitor a Laureano Ruiz Liaño…
…¡Y hubiera seguido esta vocación aérea!, pues iba a realizar el Curso de Vuelo sin Visibilidad y quizás hubiera acabado en alguna línea aérea… Pero se casa en 1958 y a partir de ese momento, los vuelos que realiza son de más corto recorrido.
Participa en la vida del Aero Club y aún guarda en su casa el “gorro” que le prestó a Ángel Corcho para hacer un vuelo con el que se mató; también guarda los restos de la hélice de la avioneta con que se accidentaron Gerardo Zamanillo y Hugo Verga, múltiples recortes de prensa, fotos, documentos, etc. y tiene varias maquetas de aviones: De Havilland, Jodel, Cesna,…
Todavía recuerda fresca en su memoria sus primeros vuelos, sobrevolar la bahía santanderina, la costa, Ciriego… ¡Volando éramos superhombres!, nos dice. Como anécdota nos cuenta un viaje que hizo para ir con tres avionetas a Castellón, invitados por el Gobernador Civil con motivo de las fiestas de la Magdalena, que pilotaron Laureano Ruiz, Gerardo Zamanillo y él mismo; volaron desde Santander a Bilbao, Vitoria, Zaragoza y Castellón, aterrizando en un campo habilitado al lado de la playa; desde allí dieron el bautismo de aire a muchas personas, realizaron demostraciones y ¡hasta se vendió la avioneta que pilotó Eduardo!, lo que le obligó a volver en tren.
Participó activamente en la Centuria Aérea de la Guardia de Franco, que llegó a contar con tres avionetas, primero en el aeródromo de La Albericia y después en Parayas.
Eduardo no perdió su contacto con el mundo aéreo, pues al final ha estado volando durante 52 años, especialmente por los cielos de Cantabria y fue el delegado en Cantabria y Asturias de Paisajes Españoles, empresa que se dedicaba a la fotografía aérea; él hacía los planes de vuelo, venían las avionetas desde Madrid y aquí las solía pilotar Eduardo y después era el que vendía las fotos…
NB.- La foto de este artículo tiene una emoción especial, pues aparecen en ella Eduardo con su antiguo instructor de vuelo y amigo, Laureano Ruiz Liaño, en un reencuentro que propicie después de más de cincuenta años sin contacto entre ellos, pues Laureano se fue a Murcia. También se incluyen otras fotos de Eduardo en la galería adjunta.
¿Quieres envíar un comentario?
Comentarios(1):
El fundador de la misión de Santa Barbara California es fray Junipero Serra, al menos es a quien se le atribuye junto a Fermín Francisco de Lasuen el establecimiento de la Misión de Santa Bárbara, entre otras, nació en 1771 según esta información y la misión, se fundó en 1786, por lo que el señor José Gómez de la Guerra tendría entonces quince años edad en que es posible que viajara a America, pero dificil que funde nada.