Noticias de Cantabria
Santander 19-10-2023 12:45

El magistrado Manuel Marchena vaticina que la abogacía cambiará en dos décadas "mucho más de lo que ha cambiado en dos siglos"

Defiende que la Justicia "no pierda nunca su conexión con el razonamiento humano" ante los avances de la IA

El magistrado y presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, ha afirmado que en las próximas dos décadas la abogacía y la administración de justicia "cambiarán mucho más de lo que ya han hecho en los últimos dos siglos".

Marchena se ha pronunciado así durante su intervención en las Jornadas de Derecho Penal organizadas por el Colegio de la Abogacía de Cantabria en la Cámara de Comercio, donde ha ofrecido una ponencia titulada `Inteligencia artificial y proceso penal`.

Así, el magistrado ha abordado los "profundos" cambios que se avecinan en el horizonte más próximo como consecuencia de los avances de las inteligencia artificial (IA) y su utilidad en el ámbito de la administración de justicia

Marchena ha comenzado instando a los asistentes a reflexionar acerca de por qué el uso de las redes sociales es gratuito, en contraste con el valor de mercado de esas empresas, respondiendo que se debe a que los datos que proporcionan los usuarios son "mucho más valiosos que el dinero que podían cobrarnos".

También ha repasado el desarrollo de la IA para afirmar que "vamos a un ritmo en el que todo puede desencadenarse en dos o tres décadas. Y la justicia no podrá mantenerse al margen".

Para Marchena, el impacto de las nuevas tecnologías en el ámbito de la jurisdicción penal "cada vez es más visible". "Los interrogantes jurídicos nos asaltan y presentan el desafío de dar respuesta a fenómenos nuevos con instrumentos no siempre novedosos".

Por ejemplo, ha señalado que la justicia robótica está "revolucionando" el sistema de derechos, y ya se habla del derecho a la indemnidad neuronal y a no sufrir la injerencia de los poderes públicos para condicionar las respuestas del ciudadano; el derecho a la trazabilidad del algoritmo, que consiste en poder conocer las claves que están detrás de la respuesta computarizada a un interrogante que va a ser solucionado por IA; el derecho a exigir la impenetrabilidad del Estado en la huella virtual que los usuarios van dejando; el derecho a la imparcialidad del programador o, simplemente, el derecho a no ser engañado en las redes sociales.

Por último, se ha referido a la necesidad de que la Justicia "no pierda nunca su conexión con el razonamiento humano". "Ser juez es algo más que dictar sentencias. Los jueces robóticos nunca podrían configurar un poder del Estado llamado a fiscalizar las arbitrariedades del poder", ha remarcado.

El magistrado ha cerrado estas jornadas del Colegio de la Abogacía, en las que le han precedido el fiscal de Sala del Tribunal Supremo y exmagistrado del Constitucional, Antonio Narváez; el magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo, Antonio del Moral; y la abogada y miembro de la Comisión de Codificación Penal del Ministerio de Justicia Carmen Sánchez Morán

 

Sé el primero en comentar