Esto no es política, es visceralidad.
Pongamos como ejemplo Cantabria, Nacho Diego odia A Miguel Ángel Revilla y Miguel Ángel Revilla odia a Ignacio Diego. Y en España el mismo odio e inquina entre Rajoy y Sánchez

Los presuntos políticos españoles desconocen lo que es política con mayúsculas, y a sus actos nos remitimos. La acción política es el ejercicio de lo posible y siempre en beneficio del ciudadano. No son políticos desde el momento en que son viscerales, lo contrario de la racionalidad y el sentido común.
Pongamos como ejemplo Cantabria, Nacho Diego odia A Miguel Ángel Revilla y Miguel Ángel Revilla odia a Ignacio Diego. Y en España el mismo odio e inquina entre Rajoy y Sánchez .Y es tal el odio, la inquina que si un ciudadano normal habla con uno de ellos y le ve el otro ese ciudadano puede verse ya con una cruz negra en su pecho. Eso es la visceralidad que quiebra la política. O más exactamente la necedad. Y en el ámbito nacional tenemos más de lo mismo, Sánchez insulta a Rajoy, Rivera no quiere a Rajoy ni a Iglesias y así estamos en la espera de que la solución nos venga como el maná .Estos presuntos políticos son los que nos gobiernan y no son conscientes de lo fundamental, que son portadores de una maleta, los votos de los ciudadanos, y esa maleta tienen que ser respetada les guste o no les guste y sin embargo lo que hacen los presuntos políticos es apropiarse de los votos de los ciudadanos y hacer con ellos lo que le sale de los cojones.
Los ciudadanos lo único que quieren es que haya un gobierno estable que funcione, que cumpla objetivos y el último objetivo siempre hemos dicho desde este digital es el estado de bienestar. Pues es que no. Vergüenza torera produce el no hacer de Rajoy limitándose a decir que se reúne con tal o cual líder pero sin ofrecerles ningún acuerdo a cambio de su apoyo, el no visceral de Sánchez a todo lo que suene PP, el hoy no y mañana el ya veremos de Rivera y el intento de los Podemos de seguir queriendo formar un gobierno de izquierdas a pesar de los contundentes votos de las últimas elecciones. Y mientras los millones de españoles que huyen de España en busca de estabilidad de empleo más los millones que no entran en España porque siguen sin ver claro el futuro con esta “casta política” profesionalizada del medre. Europa nos mira sorprendida y atónita aunque después del Brexit todo es posible. Y con todo lo anterior llegamos a la conclusión que muchas veces hemos apuntado, falta cultura democrática y faltan años para homologar nuestra democracia cautiva a la de los demás países europeos.
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