Sánchez dijo no a la fusión del Sabadell con el BBVA desde el primer día. Carlos Magdalena
Desde el primer día el ministro Cuerpo, que no piensa por su cuenta, ha dado el no de muchas maneras a la fusión, pero lo ha dicho teledirigido porque el independentismo catalán no quiere que un símbolo, para ellos, como es el Sabadell, sea absorbido por un gigante que en definitiva es centralizador porque la palabra centralizar no cae bien en el mundo financiero catalán y político independentista.

Lo curioso del caso es que el BBVA, a sabiendas de que no cuenta con el favor del poder político dominante en la actualidad, siga el rumbo de pretender la fusión con el Sabadell.
El campo de batalla desde el ámbito político está muy bien delimitado, el PNV con el BBVA que está obligando al Sabadell a arrimarse a Puigdemont. Y es que nunca nadie con tan pocos votos, un fugitivo en definitiva, ha mandado tanto y además desde fuera de nuestras fronteras. Inaudito.
Desde el primer día el ministro Cuerpo, que no piensa por su cuenta, ha dado el no de muchas maneras a la fusión, pero lo ha dicho teledirigido porque el independentismo catalán no quiere que un símbolo, para ellos, como es el Sabadell, sea absorbido por un gigante que en definitiva es centralizador porque la palabra centralizar no cae bien en el mundo financiero catalán y político independentista.
En efecto, la fusión ha pasado desde la reglas de la economía financiera y de libre mercado a ser examinada por el poder político y curiosamente ese mismo poder político no pone el mismo énfasis ni hincapié cuando una empresa española es absorbida por alguna multinacional europea, máxime si de la operación salen jugosas comisiones? Recordemos cómo se permitió que el Estado italiano en una operación muy bien pergeñada se quedase con la perla de la corona que era la empresa Endesa y cómo, pasito a pasito, el poder financiero italiano se ha ido quedando con empresas claves del panorama económico español. Claro está que todo ello permitido por nuestros gobernantes, desde Felipe González que inició la privatización de Endesa, pasando por Aznar que puso a su amíguete Pizarro al frente de Endesa para quedársela finalmente la italiana Enel. Pero sigamos.
Ahora existe una verdadera batalla que apabulla, la emprendida por el BBVA, muy interesante que podremos examinar paso a paso y seguro que en las facultades de Economía ya lo están haciendo. El Sabadell, de momento, y que se sepa, sólo tiene el apoyo del poder político interesado, de Sánchez. Pero no olvidemos que puede el BBVA acudir a los órganos financieros de Bruselas y mostrar su OPA, si es que no lo ha hecho ya con su lobbi, y tal y como está posicionado en la actualidad el señor Sánchez, sin credibilidad de ningún tipo en Bruselas, imaginamos que le darían la razón.
Llegamos a pensar, a fuer de no equivocarnos, que si el BBVA sigue empecinado en la OPA es porque tiene un as en la mano que tal vez se encuentre en Bruselas. Pero puede ocurrir también que un tercero en discordia, el poderoso B.Santander, que de momento está viendo la operación desde barreras, ya esté maniobrando y yo me inclino a pensar que teniendo en cuenta cómo se ha movido siempre la familia Botin a favor del viento, le eche un capote al Sabadell, siempre que interese al Santander y a sus accionistas. Estaremos viendo.
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