Noticias de Cantabria
02-07-2016 07:00

¿A qué juega ahora Rivera.......?

El pasado domingo se han producido las innecesarias e indeseadas elecciones y los electores han dejado bien claro dos cosas: a) Que el PP vuelve a ganar las elecciones, en esta ocasión con más claridad. b) Que, habiendo ganado las elecciones el PP, los electores quieren que todos los partidos pacten, dialoguen, acuerden,…

Es comprensible que los perdedores de estas elecciones (PSOE, Podemos y Ciudadanos), después de meses de insensatos postureos y de tomar el pelo a todos los votantes, hayan encajado fatal la derrota electoral, quedando noqueados como boxeadores y ahora se estén lamiendo las heridas por las esquinas, lo cual explica algunas de las opiniones que se están escuchando en estos primeros días de duelo.

Y así tenemos que el líder del PSOE está escondido, lo que ha llevado a algunos de sus dirigentes a lanzar mensajes contradictorios, casi todos ellos en la dirección de no querer saber nada del PP (“Miren para otro lado; busquen en otros partidos con representación parlamentaria”), rechazando toda negociación y, aún menos, cualquier apoyo activo o pasivo, tal como hicieron en los meses precedentes: ¡No, no y no! y acuñando aquella famosa e insensata frase que pasará a la Historia de este país: “¿Qué parte del No no ha entendido el Sr. Rajoy?”.

La situación del PSOE es diabólica, pues si apoya a Rajoy, Podemos se le echará encima y si no le apoya, pondrá al propio PSOE al borde de su desaparición y causará un grave perjuicio a España; no es fácil adoptar una postura. Hasta la propia Susana Díaz, propicia a que gobierne Rajoy, ha manifestado después que “nunca he sido partidaria de la gran coalición, ni lo seré”; sin embargo, Guillermo Fernández Vara ha manifestado que “no contemplo otra opción que una mínima abstención a última hora”. Pero no se sorprendan porque Pedro Sánchez ha ido a consultar al oráculo de Felipe González, a su propia casa, y ahí puede estar una de las claves.

Quizás debieran de seguir la frase del exministro socialista, Corcuera, quien ha afirmado que “reconstruir el PSOE es ir por España sin malas compañías”, pues aún siguen lamentándose del amor/odio que han sentido y sienten por Podemos, cuyo sorpasso han evitado in extremis. Y aprovechando ya esta idea, el PSOE debe definir claramente su estrategia, pues ahora cuando ya han pasado las elecciones, vuelve a sacar el tema catalán del desván y el PSC apuesta por la “vía canadiense” para Cataluña.

En Podemos (o lo que quede de Unidos Podemos) ha estallado la guerra interna por los malos resultados, cuando las encuestas les daban unas excelentes expectativas y el seguro sorpasso al PSOE, devenido en un tortazo de los electores, que les concedieron menos votos que cuando habían concurrido en solitario; bueno, en solitario, no, pues son un batiburrillo de partidos antisistema. Ahora, en plena batalla de discusiones y echándose la culpa unos a otros y mientras Pablo Iglesias también está desaparecido, ha salido Pablo Echenique y ha dicho a sus correligionarios que “para que crezca el amor no solo hay que regarlo sino también extirpar las malas hierbas”, lo que suena a una purga, al estilo estalinista, lo que en modo alguno nos tiene que sorprender en un partido de corte troskista-estalinista. Y ello porque Íñigo Errejón ha pedido la revisión del acuerdo con IU, dado que no ha funcionado y ya debieran saber que España nunca va a votar comunismo y menos adobado de populismo en grado sumo. Y recordarán que Errejón era aquel personaje que decía hace pocos días que “le vamos a mandar una carta a Rajoy, la del despido sin indemnización”. Y ahora nos ha venido el ex Jemad a decir a quienes no hemos votado a Podemos, que no creemos en la ética. ¡Valiente sandez!.

¡Y no se lo pierdan!, pues estos de Podemos, unidos o separados, sí que tienen interés en los sillones y ya están maquinando para tener en el Congreso cuatro grupos. Y hay una cuestión preocupante: ¿Desean los de Podemos disminuir los derechos de las personas de la tercera edad, incluso los electorales, porque consideran que no son de su “cuerda”?. Pues eso parece deducirse de algunos comentarios en las redes sociales que los podemitas han extendido en días pasados.

Pero lo más enigmático y preocupante es la actitud narcisista de Ciudadanos que, aún sin asimilar la pérdida de confianza de los electores y analizar las causas, bien pareciera que sea el ganador de las elecciones, poniendo ya vetos, condiciones y sillones, ¡Si, si, sillones!, con afirmaciones como que no quiere ya que el PP presida el Congreso (Se supone que eso es un sillón y un sillón importante), pues también va diciendo que se sentarán a hablar de programas y nunca de sillones y no veo que se pueda hacer política alguna si no nombramos personas que ocupen los sillones y hagan política que buena falta le hace a España, máxime en estos tiempos en que es preciso afrontar muchos temas y no podemos permitirnos estar más tiempo con un gobierno en funciones, atado de pies y manos. Por otra parte, sigue con los vetos a personas, tanto a Rajoy como a algunos de sus actuales ministros.

Si siguen las opiniones de Ciudadanos en los últimos días, uno se queda perplejo, porque es un batiburrillo de opiniones, diversas manifestaciones de sus líderes, frases contradictorias y parece que con un afán de embarrar el campo:

-      En la misma noche electoral, Rivera, como si fuera el ganador, ya hizo la propuesta de crear una mesa a tres con PSOE y PP.

-      A continuación, el mismo Rivera dijo que “no vamos a apoyar ningún gobierno de Rajoy”.

-      Más tarde, Ciudadanos asume negociar con Rajoy pero solo le apoyará si lo hace también el PSOE; parece que “busca implicar al PSOE en una negociación con Rajoy que pueda prescindir del PNV”.

-      Y añade que si no hay “renovación” en el futuro gobierno, Ciudadanos se irá a la oposición.

-      Lo último de Ciudadanos es que “baraja exigir una moción de confianza a media legislatura para cerrar un acuerdo”, tal como ha afirmado el portavoz en el Congreso de los Diputados, Juan Carlos Girauta, aunque a continuación se ha desmentido por boca de José Manuel Villegas, número dos del partido…

-      Es decir, está claro que están deshojando la margarita, brujuleando sin saber qué hacer, en una actitud calculada y manifiestamente ambigua, descoordinados o perdidos en el desierto.

-      Y como dice el mismo Juan Carlos Girauta, “no estamos para regalar el voto a nadie” (sic).

El propio Albert Boadella, fundador de Ciudadanos, ha afirmado que “el veto de Rivera a Rajoy es impresentable. Es un error ético y político”.

Así, pues, pudiera suceder que Ciudadanos y el PSOE volvieran a actuar de tapón, como “el perro del hortelano” (que no come ni deja comer), como lo hicieron en la anterior legislatura y nos viéramos abocados a unas nuevas, innecesarias y absurdas elecciones que pondrían al país patas arriba, caldo de cultivo en el que algunos parecen estar muy a gusto, parodiando aquella frase de Zapatero, de “¡Nos conviene que haya tensión!” y así se acuña lo de que “Cuanto peor, mejor”.

Hay un detalle que está saliendo ya en los medios de comunicación y es el “debate” que se está comenzando a producir dentro de los líderes de Ciudadanos por esta posición monolítica y empecinada de Rivera, respecto al veto a Rajoy, conscientes algunos dirigentes de que ello les puede perjudicar en el futuro, como ha sucedido en ocasión precedente, pues no olvidemos que Ciudadanos ha sido, básicamente, un naciente partido de poses, como aquella foto de Albert Rivera desnudo.

No olviden tampoco que si algunos partidos constitucionalistas hacen oídos sordos a lo que los ciudadanos les han dicho a través de las urnas, estarán contribuyendo a la ofensiva populista, que no va a cesar de ninguna manera, ya sea por la derecha o por la izquierda, pues aunque no lo han alcanzado cuando lo tenían a la punta de los dedos, no van a cejar en el empeño. Y si hubiere nueva elecciones, quizás los ciudadanos discernirían con más claridad y acabasen votando al PP para que no se viera obligado a negociar con quienes no quieren negociar, por aquello de que “dos no hablan si uno no quiere” y como dice Albert Boadella, “si hay nuevas elecciones, el PP obtendría mayoría absoluta”.

 

Recordemos, finalmente, que el propio Rey, Felipe VI, ha apelado hace pocos días al “dialogo para construir un país mejor”.

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