Estado aconfesional
Una vez que el viento fresco de la visita del Papa ha pasado por España, desde el Oriente (Cataluña) hasta el Finis Terrae de Galicia, "un opinador" al anterior artículo (“laico y cristiano” se autodenomina) me produce ciertas reflexiones.

Especialmente aquella afirmación de que la sociedad española es laica, lo cual considero que es falso totalmente. Voy a intentar aclarar, desde mi perspectiva, algunos conceptos.Nuestro Estado es aconfesional y dice la Constitución que “se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos….”; y añade: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal.
Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”. Yo tengo muy claro lo que escribieron los padres de la Patria hace ya más de tres décadas; y espero que parezca claro que el estado es aconfesional (“que no pertenece o está adscrito a ninguna confesión religiosa”, según la RAE), respetuoso con todas las confesiones y cooperará con las mismas. El propio Presidente le ha recordado al Papa la “aconfesionalidad” del Estado en el fugaz encuentro que ambos mantuvieron en el aeropuerto de El Prat antes de que el Pontífice partiera hacia Roma.
Otro concepto manido es el de que la sociedad es laica; a mi no me lo parece, pues según datos que me ofrecen suficiente fiabilidad, un 75 % de españoles se declaran católicos y la inmensa mayoría del resto profesan otras creencias religiosas, igual de respetables para mi (Aprovecharé para decir que hace treinta años, dirigiendo un centro educativo en Santander, comenzó a impartirse en el mismo Religión Evangélica, además de la Católica para quienes así lo deseaban, mientras algunos pocos no deseaban ningún tipo de formación religiosa; y aún en ese centro continúan con este sistema).
Por consiguiente yo afirmaba y me reafirmo que la ausencia del Presidente del Gobierno en todos los actos religiosos del sábado y domingo, salvo en la despedida, ha sido un desprecio y así lo está percibiendo un no desdeñable porcentaje de españoles, máxime cuando en anteriores ocasiones no tuvo estos reparos “laicistas”, ya fuera en una mezquita turca o en el desayuno de oración en EE.UU. ¿O en este caso sólo fue a hacerse la foto? Como actitud, veamos cómo fue el reciente viaje al Reino Unido, de mayoría anglicana: Benedicto XVI fue recibido con todos los honores por la Reina de Inglaterra, cabeza de la Iglesia anglicana; fue rigurosamente cumplimentado por el primer ministro, David Cameron, miembro también de la Iglesia anglicana, por el viceprimer ministro, Nick Clegg, abiertamente agnóstico, por el Gobierno en pleno con múltiples sensibilidades representadas, y por los cuatro ex primeros ministros vivos –Brown, Thatcher, Major y Blair- de los que sólo este último es católico.
En la España, mayoritariamente católica, ya sé que había otros representantes, algunos Ministros entre ellos, en la Misa de Santiago, quizás más pendientes de la foto que de otra cosa. Quizás les veamos pronto en alguna lista electoral gallega. ¡Al tiempo!
Otra cuestión, muy importante para España y para toda Europa, es la cultura cristiana, acrisolada durante dos mil años, que ha dejado un importante poso en todos nosotros: en el lenguaje, en muchas costumbres, en aspectos imperceptibles de la vida cotidiana, en el calendario festivo, en el arte, etc… Quizás en estos tiempos estemos menospreciando nuestros aspectos culturales y aceptando de muy buen grado lo foráneo, como decía hace pocos días aquel dirigente catalán que se fiaba más del imán de Lérida que del Papa…
Mi escribiente me quiere llevar finalmente a la II Republica y esto ya es otro tema, que trataré adecuadamente. De momento, le daré algunas pistas: que busque los resultados electorales del 12 de abril de 1931 y la proclamación de la II República, las opiniones de algunos dirigentes socialistas sobre el asalto al Estado, sobre todo cuando no ganaban las elecciones, la Revolución del 34 (incluida la participación del abuelo, aunque este tema puede ser en sí un monográfico), el papel de la iglesia católica en esta época, el asesinato de Calvo Sotelo…
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Comentarios(1):
Efectivamente tenemos un Estado aconfesional, por consiguiente ninguna religión tendrá carácter estatal. Y eso lo tenemos que llegar a entender todos, aunque estemos acostumbrados a que Iglesia y Estado hayan estado unidos durante cuarenta años y cualquier ley que se sancionase tuviese el beneplácito de ambas instituciones; ahora no es así y no tiene por qué la Iglesia interceptar en las leyes que se dictaminen en el Parlamento. Esto no impide que el Estado pueda mantener colaboraciones con las diversas religiones implantadas en el Estado español. De este modo, el Estado español mantiene estrechas relaciones y grandes subvenciones a la Iglesia católica . Y, por lo mismo el gobierno no tiene obligación alguna de estar en los actos de recepción del Papa cuando éste visite España en visita religiosa. Otra cosa que fuese visita de Estado. No obstante, a pesar de las grandes subvenciones ofrecidas; de pagar la seguridad y gastos devenientes de la visita papal, han estado presentes en los actos representantes del gobierno de la Nación, con el videpresidente a la cabeza. Y cuándo ha ido a Barcelona, recibido por el presidente de la Generalitat y diversos representantes políticos de todo el arco parlamentario. Han estado los reyes y los principes, ha tenido honores militares.....solamente, que ZP no ha estado en la recepción del Papa por un compromiso que tenía en Afganistán que estaba previsto para la semana anterior y se tuvo que retarasr coincidiendo con la llegada papal; pero sí estuvo en la despedida. No obstante, lo que tocaba, como toca frecuentemente, es menospreciar y faltar al presidente de nuestro gobierno, que éste sí es de todos los españoles. Si ZP no quisiese saber nada del Papa, no hubiese ido al acto de despedida, ni hubiese concitado encuentro con él. Algunos, los de siempre, han aprovechado para decir que qué pintaban allí, los ministros si no son creyentes, que sólo estaban para hacer la foto ¿ qué te parece, amigo Pedro? En fín un total contrasentido recargado de malediciencia y mala leche. Entonces uno que echa una ojeada a este periódico y va a opiniones, lee tu arículo que parece que estaba preescrito para lanzar dardos venenosos contra ZP y ahí nos lanzamos, seguro que esperando el jaleo y golpecito de espalda de algunos que frecuentamos ¿ a que sí, amigo Pedro?, pero claro junto al gopecito de espaldas de unos, te puede salir otro contrarestando y decirte que solo has buscado la oportunidad para desahogarte y lanzar rayos contra el gobierno, en especial contra su presidente, siendo injusto en tu análisis. Si la sociedad es laica o creyente que actúe en consecuencia, pero hemos apostado para que las leyes que nos impongamos nada tenga que ver ni estar sometidas a religión alguna. En cuánto a la II República hubo exageraciones y algunos desmanes, además de un gran desarroollo cultural y educativo. Todas las escuelas unitarias que existieron hasta la etapa de las concentraciones escolares fueron construídas en la República, con grandes programas educativos... Hubo desmanes y exageraciones que reprobo, por parte de la sociedad civíl y también, por que no decirlo, de la iglesia que estuvo en contra de la república primero y a favor del Golpe militar después, callada siempre, cuando no dando el parabien, ante la persecución, tortura y condenas a muerte que se realizaron durante la posguerra. Esa iglesia que aún no ha sabido pedir perdon y que todavía azuza a los feligreses, apoyados por grupos extremistas, contra cualquier medida que toma el gobierno. Yo soy creyente, amigo Pedro, pero bastante mal practicante, con lo cual soy un pecador. Creo en la iglesia de los pobres, de la solidaridad con la pobreza, el sufrimiento, la justicia,al igual que otros muchos millones de creyentes, muchos de los cuales están haciendo una ingente labor silenciosa y de sacrificio en pos de los demás, pero descirno ante el cómo actuar un Estado aconfesional y el cómo actuar de un Estado que se acoja a una religión determinada que llega a caer en un intergrismo exagerado y perjudial para la sociedad y el propio hombre, donde no cabe el diferente. Eso hay que cuidarlo, amigo Pedro. Si no perservamos la separación, acabamos como los talibanes. Y eso no. Y busquemos otros pretestos para criticar a ZP que seguro hay muchos, pero éste no se sostiene. Un saludo.