La fuerza del dios Eolo
Como todos los cántabros habrán podido comprobar, sin debate y sin importar mucho -nada- la opinión de los ciudadanos, de la noche a la mañana, se ha decidido que Cantabria tiene que disponer de energías renovables, limpias. Esto significa que se va a poblar nuestros montes con molinos de viento. Y en síntesis es lo que está ocurriendo. La pregunta de este periódico es: ¿dónde está el debate?

Lo máximo que sabemos es a lo que estamos acostumbrados, a lo de las fotos y las declaraciones angulosas, si es que no llegan a ser prepotentes, y, en definitiva, a un: “ahí está eso, lo tomáis porque no tenéis más remedio”. Ésa es la conclusión que el ciudadano de la calle está sacando en lo que se refiere a la implantación de los famosos molinos de viento en nuestros montes y nuestras costas.
Alguien se ha preguntado por la incidencia que va a tener en nuestra geografía, en nuestra economía, etc. La respuesta es no. A lo máximo, el señor Sota, recién llegado como consejero de industria e influido-imbuído de inteligencia y sabiduría por el espíritu santo -urbi et orbe-, declara que la fuerza eólica cambiará el sistema económico de Cantabria. Bien, señor consejero, es usted un artista en leer lo que le ponen delante. Mi pregunta es: ¿se lo cree? o ¿simplemente está en funciones de consejero hasta que le den puerta?
Los expertos cuestionan la fuerza eólica como energía que vaya a sacarnos del problema energético que tenemos, ni a corto ni a medio ni mucho menos a largo plazo, luego ¿es necesario que Cantabria se meta en esta vorágine? Ésa es mi pregunta fundamental y,seguro que la de ustedes a la que hasta ahora, nadie ha contestado. Cierto que, al día de hoy, saliendo de nuestras lindes geográficas, veíamos en Palencia, Burgos, etc. hileras de molinos de viento tan a lo lejos que nunca pensábamos que las íbamos a atener tan cerca.
Hace días en una tertulia en la que participaba gente experta, que a veces acierta y otras no, en climatología, llegaron a decir que esas aspas productoras de viento podrían, incluso, influir a peor, a mejor o no se sabe cómo, en el micro clima de Cantabria. Hasta ahora, entendemos y estamos de acuerdo todos, que la instalación de esos molinos de viento producen un impacto fortísimo en la naturaleza, ¿también lo va a producir en el clima? Bien, todo sea porque esta nueva energía renovable, limpia, va a sacar a Cantabria del pozo. Ya que gracias a esa energía se instalarán más empresas, dispondremos del AVE y el estado de bienestar se introducirá en Cantabria, se lo creen ustedes amigos de la boina, yo no.
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Comentarios(7):
Miren vuestras mercedes que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas por el viento, dan energía a Cantabria, la sin par región de sensatos gobernantes.
Haber si ahora las aspas de los molinos resulta que van a traer la prosperidad a Cantabria,para eso mas que molinos habria que poner nuevos politicos que los que estan no dan mas de sí,mas bien de No
Ahora nos apuntamos a la energia eolica,cuando se ha visto que no es todo lo buena que se pensaba.Siempre tarde y mal
Esta idea de perogrullo ,a estas alturas,sera para hacer ver que nuestra clase politica hace algo......
Oye Ceruti, ¿y qué decís los regionalistas? porque creo que el Presidente es todavía Revilla, el que decía que los molinos le daban repelús. ¿Qué ha cambiado ahora, para que Sota y Gorostiaga nos llenen Cantabria de estos engendros improductivos?
Mi opinión es personal y clarísima: hay que oponerse a la barbaridad que se pretende perpetrar. Sobre mi partido, aún no he oído ninguna manifestación al respecto, pero espero que impere la cordura. Y que se estudie lo que ha pasado en otras regiones en las que se implantaron las industrias eólicas, especialmente los verdaderos efectos económicos y medioambientales que produce la instalación de estas fábricas en entornos de alto valor paisajístico, cultural y medioambiental, y lo pasajeros que son los efectos económicos positivos.
Estamos otra vez con el señuelo del "desarrollo" y el "progreso". Éstos fueron los argumentos en que se basaron las aberraciones urbanísticas de Laredo, Noja, Castro y demás. Ahora van a por el interior de la región, que aún se les había escapado. Y dentro de unos años, los mismos que ahora defienden la sostenibilidad de los molinos abogarán por el desmantelamiento (que se subencionará en el futuro como ahora se subvenciona la instalación). Para entonces ya habremos descubierto que de los empleos que lo eólico iba a proporcionar, nada de nada. Mientras los ciudadanos sigan "ejerciendo" su poder desde la barra de los bares en vez de participando en las asociaciones, los oportunistas seguirán campando a sus anchas.