Partida de póker
La política de España en los últimos tiempos se parece a una partida de póker y ello va en detrimento de los intereses del país y de todos sus ciudadanos que ven las estrategias y egoísmos de todos y observan atónitos cómo se deterioran los intereses generales, con desinversión extranjera, falta de iniciativas internas por las incertidumbres, repunte del temido paro, etc....

La política de España en los últimos tiempos se parece a una partida de póker y ello va en detrimento de los intereses del país y de todos sus ciudadanos que ven las estrategias y egoísmos de todos y observan atónitos cómo se deterioran los intereses generales, con desinversión extranjera, falta de iniciativas internas por las incertidumbres, repunte del temido paro, etc. Y encima, en Cantabria, todos los indicadores económicos de los últimos meses son muy negativos y, como siempre, se echa la culpa a los anteriores, después de casi un año de nuevo (des)Gobierno.
PedroSánchez, perdedor de las elecciones del 20 D y de la reciente investidura, aún sigue creyéndose el ganador y el gallo de la pelea, echando órdagos por doquier, es decir, a derecha e izquierda, con amenazas al PP, pues dice poseer 131 diputados tras de sí; y amagando a Podemos con romper los pactos municipales de hace meses, dónde asentó las alcaldías de Madrid, Barcelona, Valencia, Santiago o Cádiz.
Con acertado criterio y a la vista de la situación, parece que el Rey no hará una nueva ronda de consultas hasta que exista formalmente una opción con posibilidades reales de obtener la investidura; en anterior ocasión, Mariano Rajoy, al encontrarse sin apoyos suficientes, declinó la posibilidad, lo que no hizo el osado PedroSánchez que se lanzó al ruedo, de forma irresponsable, por si sonaba la flauta, que no sonó.
En esta irresponsable partida de cartas, nos hemos encontrado de todo y de todos. PedroSánchez le vuelve a decir a Rajoy que no quiere ni hablar –y, menos, negociar-, que en todo caso él tiene 131 diputados (Los suyos y los de Ciudadanos, como si fueran suyos y estuvieran prisioneros) y que acudiría, en todo caso, de la mano de Albert Rivera, pues son un bloque monolítico y con un “pacto” ya inamovible, aunque haya sido rechazado por la mayoría del Congreso en dos ocasiones. En los últimos tiempos, ya se dedica a tumba abierta, a negociar con la periferia, por ejemplo Puigdemont, sin llevar de la mano al líder de Ciudadanos y espera llegar a un acuerdo con lo que quede de Podemos, actualmente enzarzados en luchas internas, dónde Pablo Iglesias ha mostrado su máximo marchamo de líder cesarista. ¡El “politburó, ya se sabe!.
A mi me parece bien que PedroSánchez asista a una reunión con Rajoy acompañado de su socio Rivera, pues es lógico que después de 17 negaciones, chulescas y prepotentes, ahora este acoj. (Perdón, cohibido). ¿Por qué no hace lo mismo cuando ha ido a “negociar” no sé qué con Puigdemont o la reunión que va a tener antes de Semana Santa con Podemos?; ¿Está calculando los “tiempos” de un intento de investidura de “izquierdas” y un congreso en su partido?. ¿PedroSánchez ha ofrecido un nuevo Estatuto para Cataluña como ya hizo Zapatero para conseguir unos votos?. Debe explicarlo, porque puede ser una nueva traición a los intereses de España y es de una gravedad máxima en quien pretende ser presidente del Gobierno.
¡Y hará lo que sea preciso para ser presidente aunque sea por un minuto! (Para después asegurarse una jugosa jubilación). Lo penúltimo: utilizar a su correligionario, el sectario presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López, para que el “Gobierno en funciones” se retrate y pueda desgastarlo (Por cierto, cuando los socialistas estuvieron en esta misma situación, se negaron a ser controlados y no dieron ninguna otra explicación, lo que demuestra es que utilizan distinta vara de medir). Lo último: pedir ayuda a Tsipras para que interceda por Podemos. ¡A otro perro con ese hueso!.
Tampoco entienden muchos ciudadanos al partido de Rivera, especialmente sus propios votantes, una gran mayoría procedentes de la derecha, cuando en campaña electoral nos dijo que su voto iría al candidato más votado y después cae en manos del perdedor de las elecciones. Y aún entienden menos, la saña con que atiza al PP y a su líder, Mariano Rajoy, hasta hacerse casi incompatibles para un posible diálogo. Ciudadanos “promete honradez, regeneración democrática y transparencia, pero su primer ofrecimiento a los españoles es un acuerdo con el partido que nos hundió en la crisis y que, lejos de mostrar arrepentimiento y de haber corregido su funesto paradigma económico, pretende derogar todas aquellas medidas y reformas que nos sacaron del agujero”. Por otra parte, Albert Rivera quiere corregir en los despachos lo que las urnas no le dieron. Y quieren revertir todo lo hecho, sea bueno o malo; Adolfo Suárez hizo profundos cambios y consiguió “cambiar las cañerías” sin que el agua dejase de fluir a todos; ¡Con generosidad!, lo que no se atisba en estos momentos. Albert Rivera ha querido tomar para sí la antorcha de la herencia de Suárez y le ha tenido que salir su propio hijo para desbaratarle esta pretensión.
Rivera en un acto de “generosidad” manifiesta que “no cierra la puerta a un presidente del PP si Rajoy se aparta” (“Si el PP tiene otro candidato distinto a Rajoy, cambia todo”, ha dicho) pues dice que “no puede regenerar el país, quién no ha limpiado su casa”; esto, además de una burla a todo un partido, ganador de las elecciones, es absolutamente antidemocrático y esta exigencia no se la ha hecho al PSOE de PedroSánchez, que tiene en su partido mucha más corrupción y de más calado y cantidad que nadie, especialmente en los EREs y los cursos de formación andaluces.
¿Será por la corrupción?. Si así fuera, un buen porcentaje de políticos de todos los partidos debieran marcharse a su casa. ¿O los EREs no son corrupción?; ¿O los dineros desviados para cursos de formación de UGT no son corrupción?; ¿O las actividades de Pujol y los suyos, las investigaciones de la Gürtel, Pokemon o los dineros de Irán y Venezuela no son corrupción?.
Ir con el pacto por delante es ya un auténtico chantaje, que nos conducirá a una situación de parálisis; PedroSanchez, el perdedor, no negociará si no es con él como candidato y así será difícil llegar a ninguna parte. Y si ven que es difícil llegar a un consenso, pónganse al menos de acuerdo para la convocatoria cuanto antes de unas elecciones… Me parece que lo mejor es levantar el tapete y esperar a próxima ocasión electoral; ¡Cuánto antes mejor!
No hay actitud más antidemocrática que el “todos contra Rajoy”. Muchos ciudadanos se preguntan: ¿Por qué tanto odio a Rajoy?. Un político sosegado, paciente, ejemplar y eficaz desde hace muchos años, que ha conseguido librar a España del marasmo en que nos dejó el PSOE de Zapatero hace cuatro años y que acaba de ganar las elecciones. ¿Quizás alguien precise un líder “flojo” para manipularle a su gusto?; ¿O es una disculpa?. Alguien debe salir en defensa de Rajoy, una persona honrada, con una ejecutoria política de éxitos probada y que hasta en su propio pueblo le han declarado “non grato”. ¡Habrase visto!. Por si faltase poco, dentro del PP comienzan a escucharse ruidos de sable y algunos sectores quieren un congreso extraordinario lo antes posible, desoyendo aquello de que “en tiempos de tribulación, no hacer mudanza”.
El PP se aferra a un pacto de los tres partidos constitucionalistas, tal como ya se lo planteó Rajoy a PedroSánchez el 23 de diciembre pasado y lo ha venido reiterando un día si y otro también y desea que se plantee sin condicionantes de ningún tipo; el monolítico acuerdo PSOE-Ciudadanos ha decaído con la investidura fallida y sería una piedra más en el camino del entendimiento.
Los ciudadanos estamos hartos de que muchos políticos jueguen con nosotros, como si jugasen al póker. ¡Hagan juego, Sres….! (Huyyy, que machista me ha salido).
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