Admite que violó a una mujer en una autocaravana y pide perdón: "No sé qué hacía allí"
Ha abonado 3.000 de los 10.000 euros reclamados y ha asegurado que había bebido dos botellas de whisky y no recuerda bien lo ocurrido
El hombre acusado de entrar en una autocaravana y violar a la mujer que residía en el interior mientras dormía junto a su pareja ha reconocido los hechos, se ha mostrado arrepentido y ha pedido perdón a la víctima y a su familia.
"No sé cómo llegué ni qué hacía allí", ha expresado este lunes en la primera sesión del juicio contra él, en el que ha explicado que no recuerda "con claridad" lo sucedido, en otoño del año pasado en Santander, debido a la ingesta previa de alcohol, en concreto "dos botellas de whisky".
Es más, el procesado ha aseverado que no se acuerda de "nada" de lo que ocurrió en el interior del vehículo, aunque ha considerado en cualquier caso que no necesitaba "hacer eso para caer tan bajo".
Se ha expresado así durante la primera sesión del juicio contra él, que se celebra esta semana en la Audiencia Provincial de Cantabria, y antes del cual ha consignado 3.000 euros de los 9.950 que pide la fiscal por las secuelas y daños morales a la perjudicada.
El ministerio público reclama además cinco años y medio de prisión por un delito de allanamiento de morada en concurso con uno de violación, así como también siete de prohibición de acercarse y comunicar con la mujer, seis de libertad vigilada y diez de inhabilitación para trabajar con menores.
En el inicio de la vista oral, con tribunal del jurado presidido por el presidente de la Sala de la Sección Tercera de la AP, el abogado del enjuiciado ha aportado un texto escrito y firmado hace mes y medio por su cliente en el que admite que actuó de manera "inaceptable" y asume la "gravedad" y responsabilidad de lo ocurrido, comprometiéndose así a "seguir pagando" la indemnización solicitada.
En dicha carta, incorporada a la causa, aclara además que no busca justificarse, sino expresar la "vergüenza" que siente por lo que pasó y mostrar su voluntad de reparar el daño, punto en el que su letrado ha explicado que no ha podido aportar más dinero de lo pedido al encontrase en prisión provisional desde que fue detenido, poco después de los hechos, que tuvieron lugar el 12 de octubre de 2024.
"ME QUERÍA DESPEJAR UN POCO Y NO SÉ QUÉ PASÓ"
Según el escrito de la Fiscalía, la pareja había estacionado su autocaravana junto a una playa en Santander y dormía en la cama cuando sobre las siete y media de la mañana el acusado, de nacionalidad peruana, se acercó al vehículo, abrió la puerta -estaba cerrada pero sin echar la llave- y se aproximó a la cama.
En ese momento, introdujo la mano por dentro del pijama de la mujer y metió uno o varios dedos en su vagina. Entonces, ella se despertó, gritó y el sospechoso salió corriendo. Minutos después fue interceptado por la Policía en una calle cercana al lugar.
Durante el interrogatorio en el plenario, en el que solo ha respondido a preguntas de su letrado, y al igual que ha puesto de manifiesto su representante y consta en el escrito remitido a las partes, el procesado ha indicado que por esas fechas estaba "alterado y desesperado", toda vez que no podía ver a sus hijos menores.
A ello ha sumado que los hechos sucedieron tras un "duro" servicio en el sector de hostelería, donde desarrollaba entonces su labor profesional, y al alcohol que consumió al salir de trabajar. "Me quería despejar un poco", ha señalado al respecto.
Pero ha precisado que eso no es "una excusa" para justificar lo que pasó, que ha dicho que no recuerda bien y ha añadido que cuando fue consciente de lo que había hecho no se lo "podía creer" ni sabía tampoco cómo había acabado en la autocaravana. "No sé que pasó", ha resumido.
ATENUANTES
Teniendo en cuenta el reconocimiento de los hechos, la consignación de parte del dinero pedido y la intoxicación "relevante" en la que se encontraba en el momento de los hechos, el abogado del procesado ha avanzado a los jurados que ante una eventual condena pedirá que se le aplique la pena mínima por los delitos juzgados y las atenuantes de reparación del daño y embriaguez a su cliente: "No era muy consciente de lo que hacía".
El juicio continuará el martes con la declaración de los testigos y la víctima (que ha padecido un trastorno ansioso-depresivo y sufre como secuela estrés postraumático leve) lo hará a puerta cerrada, como ha acordado el presidente del tribunal después de que las partes interesaran que todas las sesiones fueran sin audiencia pública.
El miércoles se practicará la prueba pericial y el jueves se entregará el objeto del veredicto al jurado para que delibere sobre los hechos enjuiciados.
Sé el primero en comentar