El Museo Diocesano de Santillana del Mar defiende su calidad artística y trayectoria histórica
El Museo Diocesano de Santillana del Mar ha defendido su calidad artística y trayectoria histórica tras la polémica surgida por el posible desmonte del retablo mayor de la antigua iglesia de la Compañía de Jesús, ahora templo parroquial de la Anunciación, en Santander, y su supuesto traslado al Museo Diocesano.

En un comunicado del director del museo, remitido por la Diócesis de Santander a los medios, destaca que lleva más de cincuenta años de existencia al servicio del patrimonio de Cantabria.
Así, ha explicado que a lo largo de este medio siglo sus instalaciones han ido adaptándose a las exigencias de las nuevas funciones museísticas, didácticas y divulgativas, así como a las innovaciones de la técnica expositiva de las obras, ambientación y adecuación al edificio histórico que las alberga.
Ha subrayado que es el único museo generalista de Cantabria, cuyas piezas son documentos que pueden explicar la historia y el arte de la región desde la época romana hasta nuestros días --2.000 años de historia--, así como las relaciones económicas, sociales, culturales y religiosas con tres continentes --Europa, Asia y América-- con los que estuvo unida la región.
En cuanto a las instalaciones, ha asegurado que son de "indudable calidad artística y trayectoria histórica". El contenido, tanto religioso como profano, abarca obras de todas las épocas y estilos, como la escultura de Piasca, la escultura barroca castellana, los esmaltes de Limoges, las tablas flamencas góticas y un gran conjunto de platería, marfiles, sedas, conchas, porcelanas hispanoamericanas y orientales, algunas de las cuales se encuentran entre las obras artísticas más valoradas de España y de las Indias.
Asimismo, ha aseverado que dispone de los elementos y dependencias necesarias para cumplir legalmente la función de un verdadero museo: la investigación, con un equipo interdisciplinar, capacitado para el arte, la restauración, la conservación y el diseño expositivo y de contenidos, con titulados superiores en arquitectura, historia del arte, restauración de Bellas Artes, conservación e investigación científica.
Su capacidad para la investigación está reconocida como entidad de prestigio por la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria y su director es miembro de las reales academias de Bellas Artes de Sant Jordi en Barcelona y San Fernando en Madrid.
Y cuenta, además, con una sala de conferencias, conciertos, exposiciones y una sala para audiovisuales, donde se proyectan documentales sobre cómo se realizaban los beatos o la construcción de una iglesia románica.
Dispone, asimismo, de un ámbito de instrumentos musicales de gran interés organológico. Colabora con instituciones nacionales e internacionales en exposiciones temporales, así como instituciones públicas y privadas de carácter nacional e internacional.
"Es un Museo, por tanto, de referencia para Cantabria y para el patrimonio religioso español, hispanoamericano y oriental y numerosos profesionales se acercan a sus instalaciones para contrastar conocimientos e investigaciones", ha sentenciado.
Finalmente, ha recordado que el museo es "el centro de la conservación de una parte mayoritaria del patrimonio cultural de Cantabria" y está abierto diariamente a la investigación y contemplación de los visitantes nacionales e internacionales.
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