Sin Revilla de cartel electoral no será lo mismo
De seguir así las cosas en este “totum revolutum”, Cantabria tendría que negociar su propio Estatuto de Autonomía. Cantabria no “asoma” ni en un plan ferroviario y el Puerto de Santander sigue en el olvido de las inversiones estatales a pesar de los “cantos de sirenas” que se lanzan por interés personal utilizando la plataforma de un medio de papel.