Antonio López, director de la `Escuela del Mundo Clásico` "Las humanidades aportan la capacidad de dudar y esto nosaleja de dogmatismos"
Antonio López, director de la `Escuela del Mundo Clásico`, que se está celebrando dentro de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), considera que "las humanidades aportan la capacidad de dudar y esto nos aleja de dogmatismos".

Así lo ha señalado el catedrático de Filología Latina de la Universidad Complutense de Madrid con motivo del curso que dirige, y sobre el que ha explicado la motivación que lo llevó a idear esta primera edición: "La necesidad del conocimiento del mundo clásico para interpretar los problemas del mundo actual".
"Y haciéndolo, durante estos días, desde ámbitos tan diferentes como el teatro, la poesía, la historia, la filosofía; estamos llegando a esa misma conclusión: los clásicos nos ayudan a entendernos hoy", ha señalado.
El director de la escuela destaca en este sentido la intervención de los alumnos sobre la democracia ateniense: "Según nos iban dando claves, estábamos comprendiendo por qué la democracia que tenemos actualmente es como es. El porqué, incluso, de los problemas de gobernabilidad y por qué puede ser tan complejo llegar ahora a un pacto para poder investir un presidente después de estas elecciones".
Sobre la democracia del Mundo Clásico señala la importancia que tuvo la participación directa de los ciudadanos: "Prácticamente todo el mundo participaba de la democracia en asamblea y cuando progresivamente se fueron creando órganos ya no con la totalidad, sino con unos representantes. Eso comenzó a hacer que progresivamente el colectivo se sintiera alejado de lo político, de lo público; es a lo que asistimos hoy en realidad. ¿Cuánto de próximo siente el ciudadano lo político? Vemos los altos grados de abstención, por ejemplo".
López ha querido ahondar en la necesidad, en la actualidad, del conocimiento del Mundo Clásico: "Las humanidades aportan sobre todo sentido crítico. Aborda algo tan importante como la capacidad de dudar. Y el simple hecho de que el ciudadano tenga capacidad de dudar lo aleja de dogmatismos".
Además, "y sobre todo, nos enseña a mirar al otro, a escuchar. Hemos perdido la capacidad de entender al otro, llevados por un exacerbado individualismo. El mundo clásico es todo lo contrario", apostilla López.
Por todo ello, Antonio López defiende que "una formación clásica en la enseñanza secundaria sería tremendamente positiva para tener ciudadanos críticos y no manipulables".
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