Iker Casillas "respondón" se enfrenta a los paparazzi

   Hace unos días el madridista y su flamante novia Sara Carbonero llegaban a su casa de las afueras de Madrid a bordo de su nuevo coche, un todo terreno negro y divino, la marca me la callo para no hacer publicidad. Los fotógrafos se apostaron frente a su domicilio, a la suficiente distancia como para no molestar ni incordiar en los movimientos de la parejita.

   Los paparazzi no salieron del vehículo en ningún momento, sin embargo, en cuanto Casillas se percató de su presencia se dirigió a ellos con cara de pocos amigos y comenzó a grabarles con su iphone. Iker les preguntó que por qué les grababan si él no era un terrorista, un argumento bastante peregrino por su parte, si solo grabaran a los terroristas, a él, desde luego no le llamarían como reclamo publicitario, es imagen de algunas firmas y en ocasiones no ha dudado en posar delante de un photocall previo pago de su importe, como es natural, la imagen tiene un precio. Y precisamente por eso, quiera o no quiera, su vida también interesa fuera del campo de juego, igual que interesa la vida de personajes públicos del mundo de la política, la cultura, el espectáculo y el deporte.

   Destacar en uno u otro campo que te de fama, popularidad o proyección pública presupone ya el pago de un canon: perder el anonimato y por lo tanto una parte de tu intimidad, eso sí, es imprescindible respetar (por parte de los informadores) esa delgada línea roja que muchas veces peca de subjetiva. La trayectoria y valía profesional de Iker Casillas es incuestionable, además tiene la suerte de ser un deportista querido por el gran público, por eso resulta, cuando menos, extraña su actitud prepotente con los paparazzi.

   En esas imágenes en las que también podemos escuchar a Iker y que emitimos en "Espejo Público", vemos a un Casillas indignado con que los compañeros de la prensa vendan sus fotos: "Yo no gano dinero con vosotros y vosotros conmigo sí", repetía una y otra vez mientras grababa la secuencia con su móvil. Los pobres paparazzi no daban crédito a una escena tan surrealista mientras se justificaban respondiendo que "solo cumplían con su trabajo y que tenía que entender que él era objeto de interés". Pero ¿qué pretendía Casillas?, ¿cómo pensaba utilizar esta grabación y con qué fin?, ¿no debería tomarse estos asuntos con más calma? Al fin y al cabo él está acostumbrado a lidiar con los medios desde que es un adolescente, es el mejor portero del mundo y se podría permitir el lujo de estar por encima de ciertas cosas y comportamientos que son más propios de "patio de colegio".