La amenaza eólica planea sobre Cantabria
Cada día que pasa los ciudadanos se preguntan que oscuros intereses esconde Gorostiaga para no consultar a sus "no" votantes sobre los molinos.Qué contratos habrá firmado de los que es esclava citada socialista, delegada de los intereses de Zapatero en Cantabria.

El paso del tiempo produce el olvido, esa enfermedad tan natural culpable de que el nombre con el que también se conocía a Cantabria, “la pequeña Suiza”, no esté presente, sin dejar en el tintero ese otro tan arraigado con el que también se conoce a nuestra región, “la Montaña”. En su día se comparó Suiza a Cantabria para nuestro deleite por el verde y la leche, supongo, porque los territorios y su renta per cápita no son comparables. En la polémica de los molinos eólicos la diferencia es más que notable, Suiza dispone de molinos testimoniales en 41.000 kilómetros cuadrados de superficie y Cantabria 5,321 kilómetros cuadrados con expectativas de una reserva experimental de molinos. Estos “bárbaros” no hablan ni de tierras ni de montes protegidos ni de conflicto medio ambiental, solo miden la fuerza del viento.
Quiero ser fiel defensor con aquello que represente nuestras señas de identidad, edificios que condenamos a muerte por viejos, árboles centenarios, puentes y calzadas romanas que destrozamos para que pasen las hormigoneras e instalar los molinos de la nueva energía del progreso, la Universidad que creamos, y pagamos, cada día más lejana de Cantabria, etc. Y me rebelo negándome a renunciar al legado de nuestros padres y abuelos, a la agricultura, a la pesca encerrando a los pescadores en una cárcel en el barrio Pesquero, a la ganadería porque no es rentable. ¿? En la ganadería teníamos en las “pintas” nuestro emblema, santo y seña, intrínseca a nuestros montes y nuestras laderas, que aprovechaban los verdes pastos, verdes todo el año porque nuestra climatología lo permite.
¿Qué está pasando? Recuerdo que se gastaba letra impresa no hace tanto tiempo para que eligiésemos entre progreso (humo, contaminación) y naturaleza. Como si tuviésemos capacidad de elección. ¡Qué falacia! Era un cuento con el que nos entretenían mientras el verdadero progreso se ejecutaba a 100 kilómetros de Santander con inversiones millonarias en infraestructuras de súper puertos, túneles y circunvalaciones.
Han pasado los años y nuestras “pintas” no están. En la llegada a la tierruca por el Escudo, otrora te saludaban desde sus empinados pastos. Los voceros de ¡conservemos la naturaleza! ahora reciclados y con los bolsillos llenos de la publicidad callan, toca molinos. El nuevo camelo, la energía eólica es el futuro o ¿las primas y subvenciones? Y nos amenazan, no tendremos luz y pasaremos frío si no cubrimos nuestros montes de molinos. ¡Qué nueva por antigua falacia! Otra vez no. Amigos de la boina, no permitáis que nuevamente nos engañen… “por tener boina”.
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Comentarios(3):
¡Cuidado, Carlos, que te van a acusar de ser del PP! Enhorabuena por el artículo. Lo podría firmar ahora mismo. Por cierto: en Suiza preguntarían a todos los ciudadanos en referéndum si quieren soportar un plan eólico como nuestro "Plan Gorostiaga". En Cantabria no preguntan ni a los afiliados de los partidos que quieren sacarlo adelante contra ley y marea.
Es verdad, en Europa se gobierna a ritmo de referendum; practicamente todos los paises europeos someten a decisión popular cualquier iniciativa del gobierno correspondiente. En Cantabria no hacen eso.
buen artículo