
Beitia de oro y diamante
Como no podía ser de otra manera, y Beitia no iba a ser una excepción, con ella se hace bueno el dicho de que -nadie es profeta en su tierra-.Una pena que no tengamos una prensa de papel auténticamente cántabra ya que si fuera vasca la atleta habría recibido todo tipo de halagos y despliegue en sus páginas. Somos cántabros y así nos parieron.