Hallan una flecha incrustada en una costilla humana de hace más de 4.000 años en Queralbs (Girona)
Encontrada en el sepulcro prehistórico del Roc de les Orenetes

Investigadores han hallado una punta de flecha incrustada en una costilla de hace más de 4.000 años en una campaña de excavación en el sepulcro prehistórico del Roc de les Orenetes, en Queralbs (Girona), yacimiento excavado desde 2019 por el Institut Català de Paleoecologia Humana y Evolució Social (Iphes-Cerca).
La punta de flecha de sílex clavada constituye una prueba "directa y excepcional" de conflicto interpersonal ocurrido hace más de 4.000 años y el proyectil, disparado por la espalda, muestra además signos de regeneración ósea, lo que indica que sobrevivió durante un tiempo, ha informado este martes el Iphes-Cerca en un comunicado.
El Roc de les Orenetes es un sepulcro colectivo que durante dos o tres siglos, hace más de 4.000 años, acogió los restos de más de 60 individuos, probablemente pertenecientes a una misma comunidad, y hasta la fecha se han recuperado más de 6.000 restos óseos humanos.
El análisis de estos restos, liderado por el profesor de la Universidad de Edimburgo (Escocia) Miguel Ángel Moreno, ha revelado una población formada mayoritariamente por hombres adultos, pero también mujeres y niños.
El estudio osteológico apunta a una comunidad bien adaptada a las exigencias del entorno pirenaico: esqueletos robustos, inserciones musculares marcadas y signos de gran actividad física, lo que sugiere una vida exigente, ligada al pastoreo y al aprovechamiento de los recursos de altura.
Sobre el nuevo hallazgo de la flecha incrustada, Moreno ha afirmado que la trayectoria indica que el disparo se produjo por la espalda y el hueso comenzó a regenerarse alrededor: "Ahora podremos estudiar la fuerza del impacto, el tipo de arma utilizada y la posición del atacante y la víctima".
ANÁLISIS
El director de la excavación, Carlos Tornero, ha afirmado que considerando la posición y trayectoria de la flecha, esta pudo matar a la persona en dos momentos, "o bien en el momento del impacto por desangrado o afectación de los pulmones, o bien al cabo de poco tiempo, por infección".
"Si el impacto fue limpio y quedó encapsulado entre las costillas, y la infección se superó, la persona pudo haber sobrevivido y no ser la flecha la causa real de la muerte. Este tipo de detalle será el que se abordará ahora con los estudios pormenorizados que vamos a realizar", ha añadido Tornero.
El fragmento se encuentra en proceso de análisis por microtomografía de rayos X en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) en Burgos, y posteriormente será analizado a nivel químico, genómino y proteómico en centros especializados de Barcelona y Estados Unidos.
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